
La comunidad indígena Marubo demandó a medios como el New York Times por insinuar que, tras recibir internet, desarrollaron adicción a la pornografía
Lo que comenzó como un proyecto para llevar conectividad a una región remota del Amazonas, terminó convirtiéndose en una batalla legal internacional. La comunidad indígena Marubo, ubicada en el Valle del río Javari, Brasil, ha iniciado una demanda por difamación contra tres medios internacionales: The New York Times, TMZ y Yahoo News, a quienes acusa de haber difundido una imagen falsa y ofensiva de su cultura.
En 2022, esta tribu amazónica recibió 20 antenas de Starlink, tecnología que les permitiría conectarse a internet en zonas donde antes era impensable. El objetivo del proyecto era claro: facilitar la comunicación entre las aldeas, mejorar el acceso a servicios de salud, promover la educación y abrir canales informativos para las aproximadamente 2,000 personas que integran la comunidad. Sin embargo, dos años después, se vieron envueltos en un escándalo mediático.
La controversia estalló cuando un periodista y un fotógrafo del New York Times visitaron brevemente a los Marubo. Según testimonios de la propia comunidad, los reporteros apenas interactuaron con los habitantes y no analizaron a profundidad la vida diaria ni los efectos reales del acceso a internet. Aun así, poco después se publicó un artículo que aludía a adolescentes “pegados al teléfono” y consumiendo contenido para adultos.
La nota fue replicada por portales como TMZ y Yahoo News, cuyos encabezados sugerían que toda la tribu había desarrollado una adicción a la pornografía. La viralización del caso desató una ola de críticas, burlas y rumores en redes sociales, afectando gravemente la imagen pública de los Marubo.
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Como respuesta, Enoque Marubo, líder de la comunidad, y Flora Dutra, activista brasileña y cofundadora de NAVI Global —organización que facilitó la instalación de Starlink en la región— interpusieron una demanda en una corte de Los Ángeles. El documento legal acusa a los medios de publicar afirmaciones “incendiarias” y de retratar a los Marubo como culturalmente incapaces de manejar herramientas tecnológicas.
Dutra aparece en una de las fotografías del reportaje original entregando los equipos. Asegura que tras la publicación recibió amenazas y que su empresa, alguna vez valuada en tres millones de dólares, colapsó debido a la polémica.
En un intento de rectificación, el New York Times publicó después un texto titulado “No, una tribu remota del Amazonas no se volvió adicta a la pornografía”. Sin embargo, los demandantes consideran que este desmentido no compensa el daño causado.
La comunidad exige una indemnización de 180 millones de dólares, de los cuales 100 millones serían por daños punitivos. Lo que comenzó como un proyecto de inclusión digital ahora se disputa en tribunales, con una tribu que clama respeto por su dignidad cultural y exige reparación por los efectos de una historia mal contada.