
Una jueza federal otorgó una suspensión provisional que impide aplicar restricciones migratorias a estudiantes internacionales aceptados por Harvard
La justicia federal en Estados Unidos ha decidido otorgar una pausa temporal a la aplicación de las medidas migratorias impulsadas por el gobierno de Donald Trump, que impedían el ingreso al país de nuevos estudiantes internacionales admitidos por la Universidad de Harvard. La resolución fue emitida por la jueza Allison Burroughs, quien consideró urgente intervenir para evitar posibles daños inmediatos e irreparables a la institución antes de que se escuchen todos los argumentos legales del caso.
Burroughs respondió a una solicitud de emergencia interpuesta por Harvard luego de que el Ejecutivo anunciara nuevas restricciones el miércoles pasado. El veto en cuestión suspendía la expedición de visas a estudiantes extranjeros inscritos en la institución de Cambridge, afectando principalmente a los que ingresan mediante el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio. El fallo judicial permanecerá en efecto hasta que se emita una nueva orden.
En su alegato, Harvard acusó al gobierno de orquestar una ofensiva en su contra. “Éste no es el primer intento de la administración de separar a Harvard de sus estudiantes internacionales. Es parte de una campaña concertada y creciente de represalias”, denunció la universidad en el texto presentado ante un tribunal federal.
Las tensiones entre la Casa Blanca y Harvard han escalado en los últimos meses. La administración de Trump ha reducido cerca de tres mil 200 millones de dólares destinados a apoyar a la universidad y ha anunciado su intención de eliminar todo financiamiento futuro. La negativa de Harvard a permitir revisiones oficiales sobre sus contenidos académicos, procesos de admisión y plantilla docente ha generado fuertes críticas del Ejecutivo, que la acusa de representar intereses ideológicos contrarios.
Otras universidades, como Columbia, han adoptado posturas más conciliadoras. No obstante, esta institución también ha sido blanco de señalamientos. “La Universidad de Columbia miró para otro lado mientras los estudiantes judíos sufrían acoso”, declaró la secretaria de Educación, Linda McMahon, a través de su cuenta en la red social X. Según el Departamento de Educación, ya se solicitó al organismo acreditador de Columbia revisar posibles violaciones a derechos civiles.
Mientras tanto, la controversia ha trascendido fronteras. China manifestó su rechazo a las medidas estadounidenses y advirtió que protegerá los derechos de sus estudiantes. “China siempre se ha opuesto a la politización de la cooperación educativa”, afirmó Lin Jian, portavoz del Ministerio de Exteriores.
Aunque los alumnos internacionales actualmente inscritos en Harvard no se verán afectados de inmediato, autoridades migratorias advirtieron que podrían estar sujetos a revisión, lo cual incluye la posibilidad de revocación de sus visados si se determina que incumplen nuevas normativas.
La orden judicial representa un respiro momentáneo para Harvard y sus estudiantes, pero el litigio continúa abierto, y se esperan más acciones tanto legales como diplomáticas en los próximos días.