
La nueva orden ejecutiva prohíbe el ingreso a ciudadanos de 12 naciones y limita visas a otros 7 países; estudiantes de Harvard también se verán afectados.
En una nueva muestra de su política migratoria de línea dura, el presidente Donald Trump firmó este miércoles una orden ejecutiva que prohíbe el ingreso a Estados Unidos de ciudadanos provenientes de 12 países y restringe la emisión de visas a otros siete. La medida también contempla la suspensión de visas para estudiantes internacionales inscritos en la Universidad de Harvard.
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Según el documento difundido por la Casa Blanca, la prohibición total afecta a ciudadanos de Afganistán, Birmania, Chad, República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. La administración argumenta que estas naciones presentan serios riesgos en materia de seguridad y gobernabilidad.
Trump vinculó directamente la decisión a un atentado ocurrido en Colorado contra manifestantes proisraelíes. En un mensaje en video, afirmó que el ataque en Boulder evidenció la necesidad de “endurecer los controles migratorios ante posibles amenazas extranjeras”.
Además, se establecieron restricciones adicionales para solicitantes de visa originarios de Cuba, Venezuela, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán. Aunque no se trata de una prohibición total, sí se limitará el acceso para ciertos tipos de trámites migratorios.
Uno de los puntos más controvertidos de la orden es la suspensión de visas para estudiantes internacionales que planeaban iniciar estudios en Harvard. Trump justificó esta medida al acusar a la institución de promover valores contrarios a los principios de su gobierno.
Desde su retorno a la Casa Blanca en enero de 2025, el mandatario ha relanzado una serie de políticas migratorias similares a las de su primer mandato, priorizando la seguridad nacional y el control fronterizo.
Diversas organizaciones de derechos humanos, como Human Rights Watch y la ACLU, han calificado esta acción como discriminatoria. Al mismo tiempo, varios gobiernos afectados han emitido protestas diplomáticas.
Expertos en política exterior advierten que este tipo de decisiones podría deteriorar la imagen internacional de Estados Unidos y afectar su relación bilateral con diversos países. A nivel nacional, la medida también ha generado críticas entre legisladores demócratas y el sector académico, quienes denuncian una amenaza a los valores históricos de inclusión del país.
Con información de Excelsior