
El expresidente busca repatriar la producción farmacéutica, pero el sector advierte riesgos para la cadena de suministro y los pacientes.
Trump propone imponer aranceles de hasta 250% a medicamentos importados
Donald Trump advirtió este martes que, de regresar al poder, aplicaría aranceles progresivos a los medicamentos importados, con tarifas que podrían alcanzar hasta un 250%. En entrevista con la cadena CNBC, el exmandatario estadounidense señaló que el objetivo de esta medida sería fomentar la producción nacional de fármacos, que ha disminuido en las últimas décadas.
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Trump detalló que la propuesta contempla un arancel inicial “modesto”, seguido de aumentos graduales en un plazo máximo de 18 meses: primero al 150% y eventualmente al 250%, convirtiéndose en la amenaza más severa en materia comercial hacia el sector farmacéutico hasta la fecha.
Una estrategia con antecedentes volátiles
No es la primera vez que Trump amenaza con aranceles elevados. En julio ya había mencionado la posibilidad de aplicar un 200% a los medicamentos, aunque no ha concretado medidas definitivas. De hecho, su historial muestra que a menudo cambia de postura en torno a políticas arancelarias.
La administración Trump también reactivó, en abril, una investigación bajo la Sección 232, una disposición legal que permite analizar si las importaciones afectan la seguridad nacional. En este caso, se enfoca en el impacto de la dependencia del extranjero en la fabricación de medicamentos.
Objetivo: traer la manufactura de vuelta
“Queremos que los productos farmacéuticos se fabriquen en nuestro país”, declaró Trump, subrayando que la dependencia de cadenas de suministro internacionales representa un riesgo estratégico. Algunas farmacéuticas como Johnson & Johnson y Eli Lilly ya han anunciado inversiones en EE. UU. durante los últimos meses, en parte para alinearse con esta visión.
Preocupación en la industria farmacéutica
Empresas del sector han expresado su alarma ante la posible implementación de aranceles tan elevados. Argumentan que esto podría encarecer los medicamentos para los consumidores estadounidenses, disuadir nuevas inversiones y generar interrupciones en el suministro, afectando directamente a pacientes vulnerables.
A esto se suman las tensiones derivadas de las políticas de precios impulsadas por Trump, como su controvertida orden ejecutiva de “nación más favorecida”, que busca vincular el precio de ciertos medicamentos en EE. UU. a los precios más bajos disponibles en otros países desarrollados.
Presión directa a farmacéuticas
La semana pasada, Trump envió cartas a 17 compañías farmacéuticas exigiendo compromisos concretos para reducir los precios en Estados Unidos antes del 29 de septiembre. Entre las condiciones planteadas está ofrecer a los pacientes de Medicaid el acceso a todo su portafolio de medicamentos al menor precio disponible en mercados extranjeros.
Algunas empresas han respondido que se encuentran evaluando las solicitudes, aunque no se ha dado a conocer una postura oficial por parte del conjunto del sector.
Un posible giro en la política farmacéutica
Aunque las medidas aún no se han formalizado, las advertencias de Trump apuntan a una transformación significativa en la política farmacéutica y comercial de Estados Unidos. De concretarse, los aranceles podrían impactar profundamente al mercado global de medicamentos y a la economía sanitaria del país.
Con información de Excelsior