
Trump propone aplicar aranceles a China e India junto con la UE para frenar los ingresos de Rusia y presionar a Moscú por la guerra en Ucrania
Estados Unidos evalúa ampliar los aranceles contra países que compran petróleo ruso, con el objetivo de reducir los ingresos que Moscú utiliza para financiar la guerra en Ucrania. Según un alto funcionario estadounidense, la medida se implementaría si la Unión Europea adopta restricciones similares.
El expresidente Donald Trump planteó la posibilidad de imponer gravámenes de entre 50 y 100 por ciento a naciones como China e India durante un encuentro con altos funcionarios estadounidenses y europeos enfocado en nuevas acciones contra Rusia. La iniciativa busca cortar los flujos financieros que sostienen la máquina de guerra rusa.
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“El petróleo que compran China e India es la fuente de financiación de la guerra rusa. Si no vamos a la raíz de ese financiamiento, no podemos detener el conflicto. Eso es lo que buscamos hacer”, señaló un representante estadounidense.
Trump habría comunicado a los diplomáticos europeos que está listo para actuar de inmediato, pero condiciona la medida a que Bruselas implemente medidas equivalentes. Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, recibió a delegados europeos, entre ellos a David O’Sullivan, encargado de sanciones de la UE, para coordinar estrategias.
Cuando fue consultado en la Casa Blanca sobre la posibilidad de iniciar una nueva fase de sanciones contra Rusia, Trump respondió de manera afirmativa: “Sí, lo estoy”. Bessent también declaró que Estados Unidos está preparado para intensificar la presión sobre Moscú y urgió a la Unión Europea a acompañar esas acciones.
Además, Trump indicó en su red social Truth Social que continúan las negociaciones con India para “resolver la cuestión de las barreras comerciales” entre ambos países. “Estoy seguro de que no habrá ninguna dificultad para llegar a una conclusión satisfactoria para nuestros dos grandes países”, agregó.
La propuesta forma parte de la estrategia estadounidense para aislar económicamente a Rusia, coordinando esfuerzos con aliados europeos y limitando los ingresos derivados de la venta de petróleo, un recurso clave para sostener sus operaciones militares en Ucrania.