
Donald Trump subió al tejado de la Casa Blanca para revisar obras y bromeó con colocar “misiles nucleares”, en medio de tensiones con Rusia
En un gesto inesperado, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, subió este martes al techo de una de las estructuras dentro del complejo de la Casa Blanca, desde donde lanzó una broma que generó diversas reacciones: dijo que planeaba instalar “misiles nucleares”.
El mandatario, de 79 años, estuvo acompañado por su equipo de seguridad y por francotiradores que resguardaban el área durante los aproximadamente veinte minutos que permaneció en la azotea. Desde ese punto, Trump inspeccionó el terreno donde tiene proyectado construir una nueva sala de recepciones.
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Durante el recorrido, fue cuestionado por periodistas sobre qué planeaba construir en esa zona. Su respuesta, entre risas, fue “misiles”, seguida de un “misiles nucleares”, mientras hacía un ademán como si los lanzara. También respondió con sarcasmo al ser interrogado sobre su presencia en el techo: “Dando un pequeño paseo”.
El presidente añadió que los trabajos de construcción serán costeados con su dinero y con aportaciones privadas: “Es solo otra forma de gastar mi dinero por el país”, comentó.
El episodio se produce en un contexto de tensión diplomática entre Washington y Moscú. Días antes, Trump ordenó el despliegue de dos submarinos nucleares cerca de Rusia, como reacción a las declaraciones del expresidente ruso Dmitri Medvedev, las cuales fueron calificadas como provocadoras.
En respuesta, el gobierno ruso retiró su moratoria sobre el despliegue de armas de alcance medio y acusó a Estados Unidos de incentivar una nueva carrera armamentista.
Más allá del tema nuclear, Trump ha manifestado su intención de dejar una marca visible en la Casa Blanca. Entre otras modificaciones, mandó pavimentar el área de la tradicional rosaleda y decoró el Despacho Oval con acabados dorados. Además, anunció la edificación de un gran salón de recepciones en el número 1600 de la avenida Pensilvania, el domicilio presidencial.
La visita al techo, cargada de ironía, refuerza el estilo provocador del mandatario, quien sigue generando titulares tanto por sus decisiones políticas como por sus gestos simbólicos.