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Tzilacatzin, el gigante guerrero azteca que a pedradas venció a lo españoles

Tzilacatzin, el gigante guerrero azteca que a pedradas venció a lo españoles

Los españoles al ver la fuerza de Tzilacatzin quedaron asombrados, ya que parecía inmune al dolor e imbatible en el cuerpo a cuerpo.

Todos conocemos la historia bíblica de David y Goliat, en donde un pequeño pastor armado con una honda derrota a un gigante filisteo gracias a la ayuda divina, pero alguna vez pensaste que en México existió un guerrero que al igual que el hebreo derrotó a pedradas a sus enemigos.

Tzilacatzin era el nombre de ese valiente guerrero mexica-tlatelolca que de acuerdo con los relatos de la invasión española en el libro “Las lanzas rotas”, era heredero de los Quinametzin, gigantes de la mitología azteca que poblaron este mundo durante la era anterior a la Lluvia del Sol.

Este mítico héroe fue un personaje clave durante la lucha por la toma de Tenochtitlán al luchar contra los españoles en Tlaltelolco armado sólo con su mazo, y a quienes hizo huir gracias a su descomunal fuerza.

De acuerdo con la leyenda, los gigantes de Quinametzin construyeron la antigua ciudadela de Teotihuacan y la gran pirámide de Cholula, gracias a que eran altos, fornidos y muy fuertes, por lo que por sus venas corría sangre guerrera.

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Algunos relatos de la invasión española, recopilados en el libro “Las lanzas rotas”, cuentan la historia de Tzilacatzin y su fuerza, y cómo luchó contra los españoles que acababan con la vida de sus compañeros.

Los españoles al ver la fuerza de Tzilacatzin quedaron asombrados, ya que parecía impasible ante las ballestas, inmune al dolor e imbatible en el cuerpo a cuerpo.

Además era muy inteligente y sabía camuflarse, y para no ser detectado se vestía de diferentes formas en cada batalla, de jaguar, de águila o solo con taparrabos, haciendo caer en la desesperación a sus enemigos.

Aunque los Quinametzin eran considerados como semi deidades, Tzilacatzin fue un hombre real de carne y hueso, y su historia (mitad leyenda, mitad realidad) fue resguardada en los relatos de Fray Bernardino de Sahagún en la “Historia general de las cosas de la Nueva España”, la cual señala:

…vinieron los bergantines al barrio que se llamaba Xocotitlan, y como llegaron a tierra, saltaron en tierra por el barrio adelante peleando. Y como vio aquel capitán indio, llamado Tzilacatzin, que entraban peleando, acudió a ellos con otra gente que le siguió, y peleando los echaron de aquel barrio y los hicieron volver a los bergantines“.

Según este relato, el mexica mató a varios españoles lanzándoles piedras, y aunque sus enemigos buscaban matarlo desde el primer día de lucha, Tzilacatzin se disfrazaba para no ser reconocido, y evadía todos sus ataques.

Aunque no se sabe cómo murió, los códices aún guardan la imagen de Tzilacatzin haciendo huir a los los bergantines españoles que arribaron a Xocotitlan, al no resistir el ataque de los tlatelolcas.

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