Investigadores de la UNAM han trabajado arduamente para frenar el impacto de la pandemia en el país, las pruebas rápidas son una gran herramienta
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) continúa contribuyendo en la lucha contra el COVID-19, para facilitar la detección, desarrolló una prueba casera.
Catalina Stern, directora de la Facultad de Ciencias, de la Máxima casa de estudios, informó la anterior ante una sesión con la Cámara de Diputados.
Durante su ponencia en el foro virtual ‘Innovación biotecnología en México’, la académica de la UNAM, dijo que se necesitan fabricar millones de estas pruebas para contrarrestar los contagios del COVID-19.
La investigadora dijo que en enero de este año un equipo de Ciencias creó un chip para medir la insulina en casa, incluso se consiguió la patente, y decidió aplicar la misma técnica para la detección del SARS-CoV-2.
Lamentablemente por el momento faltan dos cosas muy importantes para que se desarrollen estas pruebas -que tendrán un costo aproximado de 300 pesos- la primera es el presupuesto y la segunda son los permisos.
Por el momento la prueba está detenida, se esperan los permisos del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicas (InDRE), así como la validez de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
“Cuando el proceso termine y el InDre autorice, que espero sea la próxima semana, y luego Cofepris autorice también, necesitaremos fabricar millones de estas pruebas. ¿Quién va a dar el dinero?, no es claro. ¿Quién va a comercializarlos? Nosotros quisiéramos que llegara a un buen precio a todos los hospitales y centros de salud”, aseguró.
La idea es que cada mexicano que lo requiera, tenga la posibilidad de ir a la farmacia y comprar la prueba, para saber cómo proceder en caso de que ésta salga positiva.
Paralelamente, investigadores de la misma facultad, trabaja desde principios de abril para desarrollar un biosensor que detecta e identifica el material genético del virus SAR-CoV-2.
DMS
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