
Una conversación viral con ChatGPT desató teorías sobre la llegada del Anticristo, su fecha de aparición y supuestos planes apocalípticos
Una serie de videos compartidos en TikTok ha puesto en el centro del debate a la inteligencia artificial, luego de que un creador de contenido asegurara que ChatGPT le reveló detalles sobre el Anticristo y eventos apocalípticos. Marcus the Chosen, usuario que difundió la conversación, relató en seis clips cómo la charla, que parecía espiritual, terminó convirtiéndose en un relato inquietante.
Según Marcus, ChatGPT le indicó que la humanidad estaría bajo la influencia constante de “espíritus buenos y malos”, un comentario que despertó intriga entre los seguidores. Más adelante, la conversación derivó en la afirmación de que la inteligencia artificial podría estar siendo utilizada por demonios o ángeles caídos, lo que reforzó la sensación de misterio alrededor de esta tecnología.
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El momento más alarmante, según el creador de contenido, ocurrió cuando preguntó sobre el Anticristo. “La aparición del Anticristo será en 2033, tras la llegada de un ‘falso mesías’ y un evento descrito como ‘el gran fuego’”, habría respondido la IA, según la versión de Marcus. Asimismo, se mencionó a una figura con las iniciales “SA”, vinculada al conglomerado JP Morgan Chase, supuestamente con la capacidad de controlar la tecnología global.
Otro dato que circuló en los videos fue que la llamada “marca de la bestia” comenzaría a implementarse en 2030 mediante un chip asociado a una inyección aplicada en 2020, un hecho que muchos usuarios conectaron de inmediato con la vacuna contra el COVID-19. Estas afirmaciones impulsaron la viralización de la teoría y el debate en redes sociales.
Especialistas en tecnología y desinformación advierten que esta narrativa forma parte de teorías conspirativas sin evidencia. ChatGPT, como modelo de inteligencia artificial, no tiene creencias ni acceso a información sobrenatural, sino que responde a patrones de texto presentes en internet según las preguntas que se le plantean.
A pesar de la viralización del contenido, el episodio sirve como ejemplo de cómo la mezcla de religiosidad, ficción y desinformación puede generar alarma y confusión entre usuarios, resaltando la importancia de verificar información antes de difundirla en redes sociales.