El inicio de una trilogía que marcó a toda una generación. ¿Podríamos cambiar el futuro?
Escrita y dirigida por Robert Zemeckis, “Volver al Futuro” fue la primer película de una trilogía que marcaría a una generación.
Steven Spielberg fue el encargado de la producción y la música fue compuesta por Alan Silvestri.
La trama en la que un joven; Marty McFly (Michael J. Fox), viaja al año 1955 usando una máquina del tiempo construida por el científico Doc Brown (Christopher Lloyd) rompió la taquilla en 1985.
Pero no fue solo la estridencia de pensar en una creación conformada por un auto deportivo DeLorean DMC-12 equipado con un reactor nuclear, que al alcanzar una gran velocidad, hiciera posible el viaje en el tiempo.
La aventura que emprenden estos dos personajes va más allá, en su momento confrontó a los espectadores en las salas de cine, a preguntarse si aquellas decisiones, por mínimas que sean, tomadas a lo largo de la vida, pueden cambiar radicalmente el destino que enfrentaremos.
Sin duda, el elemento nostálgico hizo efecto, la añoranza y la eterna idea de que todo tiempo pasado fue mejor, ayudó al gusto por imaginar ¿si pudiera volver atrás en el tiempo?
“Volver al Futuro” también nos confronta a otra realidad, quizá más dura; todos envejecemos, crecemos y maduramos mientras el tiempo corre sin parar. Todos los que compartimos el espacio y conformamos la sociedad, pertenecemos a generaciones diferentes, pero hemos atravesado por las mismas inquietudes y anhelos.
Al final, no tenemos una máquina que nos lleve a remediar viejos errores o a cambiar el presente que enfrentamos, a menos que decidamos viajar de vez en cuando a través de la memoria.
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