
Un vuelo de Aeroméxico que salió del AICM rumbo a Reynosa debió aterrizar en Tampico por la presencia de humo en la cabina; no hubo personas lesionadas
Una alerta inesperada alteró la ruta del vuelo AM2496 de Aeroméxico, que despegó del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con destino a Reynosa, Tamaulipas. Poco después de haber iniciado su trayecto, se reportó la presencia de humo en la cabina, lo que motivó al piloto a ejecutar un aterrizaje precautorio siguiendo los protocolos de seguridad establecidos por la aerolínea.
El incidente, que ocurrió el martes, generó la activación inmediata de los procedimientos de emergencia. Como medida preventiva, la aeronave fue desviada al Aeropuerto Internacional de Tampico, en donde aterrizó sin complicaciones.
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“El capitán decidió realizar un desvío al Aeropuerto Internacional de Tampico, donde la aeronave aterrizó sin inconvenientes”, indicó la aerolínea en un comunicado oficial difundido tras el suceso.
Sin heridos ni daños mayores
Aeroméxico informó que tanto los pasajeros como los miembros de la tripulación se encontraban en buen estado físico tras el aterrizaje, y que ninguno requirió atención médica. La situación fue contenida sin que se generara pánico ni afectaciones adicionales a bordo.
El avión involucrado es un modelo Embraer 190, una aeronave de fuselaje estrecho utilizada en vuelos regionales. Este tipo de aviones, con capacidad aproximada para 100 pasajeros, es común en rutas nacionales de mediana distancia.
Después del aterrizaje en Tampico, el equipo técnico de Aeroméxico inició una inspección exhaustiva de la aeronave para determinar el origen del humo y descartar cualquier riesgo para operaciones futuras. La empresa aseguró que el aparato no volverá a volar hasta cumplir con todos los estándares de revisión establecidos por las autoridades aeronáuticas.
Reacción y protocolo ante emergencias
La compañía aérea destacó el actuar profesional de su personal durante la contingencia. “Agradecemos y reconocemos a nuestra tripulación por su rápida actuación”, mencionó en su mensaje a medios.
Asimismo, ofreció una disculpa a los usuarios del vuelo AM2496 por los inconvenientes generados por esta situación inesperada. “Estamos trabajando para llevarlos a su destino a la brevedad posible. Para Aeroméxico la seguridad de nuestros clientes y colaboradores es y seguirá siendo la más alta prioridad”, agregó.
Aunque se trató de una emergencia menor que no tuvo consecuencias fatales ni mayores complicaciones operativas, el incidente encendió brevemente las alarmas sobre la seguridad en vuelo, un tema sensible para usuarios frecuentes del transporte aéreo.
Contexto de seguridad aérea
Los incidentes en vuelos comerciales, si bien poco comunes, no son inusuales. Las aerolíneas están obligadas a responder de inmediato ante cualquier señal que comprometa la integridad de la nave o de las personas a bordo. La presencia de humo dentro de la cabina, aunque no derivó en fuego ni daños visibles, es considerada una condición crítica que requiere atención inmediata y puede desembocar en un aterrizaje de emergencia, tal como ocurrió en este caso.
En situaciones de este tipo, la prioridad es mantener la calma, ejecutar las maniobras de seguridad con precisión y garantizar la protección de los pasajeros. El aterrizaje en Tampico, ejecutado con éxito, permitió cerrar el evento sin víctimas ni mayores afectaciones, consolidando la efectividad de los protocolos de Aeroméxico.
Este suceso se suma a otros casos recientes que ponen a prueba la capacidad de respuesta del sector aéreo nacional y refuerzan la importancia de contar con personal entrenado, aeronaves revisadas y sistemas de alerta eficientes. La aerolínea reiteró su compromiso con la seguridad y afirmó que los pasajeros afectados serían reubicados en otros vuelos lo antes posible.