
El “Dolce Vento”, valuado en casi un millón de dólares, naufragó a los 15 minutos de su primer viaje; la tripulación salió ilesa.
Lo que prometía ser un debut de lujo terminó en desastre en cuestión de minutos. Un yate recién estrenado, con un valor cercano al millón de dólares, se hundió apenas 15 minutos después de zarpar en la costa de Zonguldak, Turquía.
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La embarcación, bautizada como Dolce Vento y con una longitud aproximada de 25 metros, había sido entregada recientemente a su propietario en Estambul. El dueño, acompañado de un capitán y dos tripulantes, decidió estrenar de inmediato la nave, pero la experiencia concluyó de forma inesperada.
Un video difundido en redes sociales muestra cómo el yate navegaba con normalidad antes de inclinarse bruscamente hacia un costado y comenzar a hundirse. Ante la emergencia, los cuatro ocupantes saltaron al agua y lograron llegar a salvo a la orilla, sin lesiones.
La Guardia Costera acudió al sitio para asegurar la zona, mientras el barco desaparecía bajo el agua. Por el momento, las autoridades investigan las causas del naufragio, y el astillero responsable de su construcción anunció una revisión técnica para determinar qué falló.
El caso se suma a otros incidentes marítimos recientes y pone en evidencia que, incluso con tecnología moderna, los accidentes en altamar siguen siendo una realidad.
Con información de Excelsior