El gobierno federal envió cientos de militares elitistas a Zacatecas tras varios ataques violentos contra personal de seguridad en la región centro-sur del estado.
En respuesta a recientes agresiones contra elementos de la Guardia Nacional en Tepetongo, el Ejército desembarcó en la entidad 200 efectivos especializados de Fusileros Paracaidistas y Fuerzas Especiales, que se suman a los cien que habían llegado el día anterior.
De acuerdo con Isaac Bravo López, comandante de la 11ª Zona Militar, el despliegue inicial alcanza los 300 soldados, y en los días siguientes llegará un segundo contingente del mismo tamaño. Su misión es resguardar puntos de riesgo y prevenir escaladas violentas.
Los militares se concentrarán en municipios como Tepetongo, Jerez, Villanueva y zonas colindantes, donde recientemente se reportaron secuestros de uniformados y otros eventos de violencia, incluidos bloqueos y emboscadas.
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El refuerzo aventaja a tácticas de sabotaje urbano, combates campales y control de rutas ilícitas, informó el Ejército. Sus integrantes están equipados para ejecutar operaciones de reacción rápida y sostener protocolos de respeto a derechos humanos.
Este movimiento refleja la estrategia dual de entablar presencia firme y disuadir a los grupos criminales que dominan rutas de traslado de drogas y armas. Aunque los números de homicidios muestra ligera caída, Zacatecas sigue siendo punto neurálgico para el narco. Las autoridades esperan que con la intervención permanente se recupere la seguridad ciudadana.
