
Zelenski aceptó reunirse con Putin en Estambul el 15 de mayo y pidió una tregua previa de 30 días como condición para avanzar hacia la paz.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, anunció su disposición a reunirse con su homólogo ruso, Vladimir Putin, el próximo 15 de mayo en Estambul. La aceptación de este encuentro representa un posible avance en las negociaciones para terminar el conflicto que inició hace más de tres años y ha dejado miles de víctimas.
Zelenski comunicó su decisión a través de un mensaje publicado en la red social X, donde destacó la urgencia de avanzar hacia la paz y expresó su expectativa de que Moscú no imponga obstáculos de último momento. “No tiene sentido prolongar las masacres. El jueves espero a Putin en Turquía. Personalmente. Espero que esta vez los rusos no busquen excusas”, escribió.
Antes de confirmar su asistencia, el mandatario ucraniano había condicionado la reunión a una tregua inmediata de 30 días, con inicio a partir de este lunes. Esta solicitud fue respaldada por varios de sus aliados europeos, quienes recientemente emitieron un ultimátum a Rusia: detener las hostilidades o enfrentar una nueva ronda de sanciones severas.
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Hasta el momento, el Kremlin no ha emitido una respuesta formal a la propuesta de alto al fuego ni ha confirmado su asistencia a la cumbre en Estambul. Zelenski tampoco aclaró si participará en la cita en caso de que Moscú no acepte la pausa humanitaria.
Aun así, el líder ucraniano calificó como alentadora la apertura del gobierno ruso para entablar un diálogo cara a cara. “Todo el mundo ha estado esperando esto durante mucho tiempo. Y el primer paso para poner fin verdaderamente a cualquier guerra es un alto al fuego”, señaló el jefe de Estado.
Desde marzo de 2022, ambas naciones no han sostenido negociaciones directas. La última tentativa de diálogo ocurrió semanas después del inicio de la invasión rusa, conflicto que ha dejado a Ucrania con casi una quinta parte de su territorio bajo ocupación.
La propuesta de reunión surge también tras la creciente presión internacional, especialmente desde Washington. El presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha enfatizado la necesidad de resolver el conflicto, instó abiertamente a Zelenski a aceptar el cara a cara con Putin.
“Ucrania debería aceptar de inmediato”, publicó Trump en Truth Social. “Al menos podrán determinar si es posible o no un acuerdo; y si no lo es, los líderes europeos y Estados Unidos sabrán qué esperar y podrán actuar en consecuencia”, agregó.
Desde su retorno a la presidencia en enero, Trump ha insistido en una salida negociada al conflicto, marcando un tono distinto respecto a administraciones anteriores.
Por su parte, Vladimir Putin anunció durante la medianoche del sábado su disposición a participar en un diálogo “directo” y “sin condiciones previas” con Zelenski en territorio turco. Esta iniciativa coincidió con la presión ejercida por Ucrania y sus socios europeos, quienes amenazaron con aplicar nuevas sanciones si no se detenía la ofensiva militar.
Aunque evitó responder de forma directa a dichas advertencias, Putin expresó su rechazo a lo que calificó como “retórica antirrusa” y “ultimátums” inaceptables, al tiempo que dejó entrever que cualquier alto al fuego debe ser producto de negociaciones y no de imposiciones externas.
La cumbre, de realizarse, tendría lugar en Estambul, ciudad que el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha ofrecido como sede neutral para facilitar el diálogo. En una llamada telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, Erdogan aseguró que “se llegó a un punto de inflexión histórico en los esfuerzos por poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia”.
En tanto, Macron consideró la propuesta rusa como un paso inicial, aunque insuficiente. Aseguró que el planteamiento de Putin parece más bien una táctica dilatoria para ganar tiempo, en lugar de un compromiso real por lograr la paz.
Con el reloj avanzando hacia el 15 de mayo, el escenario internacional permanece en expectativa ante un posible primer encuentro cara a cara entre los líderes de ambos países desde el inicio de la invasión, que podría marcar el inicio de un proceso para poner fin a la guerra más grave en Europa en décadas.