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1968: Ejército viola la autonomía de la máxima casa de estudios de México

1968: Ejército viola la autonomía de la máxima casa de estudios de México

El Ejército detuvo a cerca de 650 civiles, entre ellos, estudiantes, profesores y padres de familia dentro de un operativo injustificado.

El Ejército avanzó a las instalaciones de la Ciudad Universitaria (CU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en una noche del 18 de septiembre de 1968. Bajo las órdenes de la Secretaría de Defensa Nacional los uniformados entraron en camionetas, jeeps y tanquetas para detener a 650 civiles, entre ellos estudiantes, profesores, académicos, empleados y padres de familia.

De acuerdo a la versión de las fuerzas armadas, su ingreso a CU se provocó por una toma ilegal de uno de los edificios de la máxima casa de estudios, este inmueble habría sido tomado por grupos extrauniversitarios y con fines ajenos a los académicos.

Los diez mil militares se concentraron en las inmediaciones de CU, más específicamente en las avenidas Insurgentes y Universidad, esperando órdenes para avanzar. Pasada la hora el general Gonzalo Castillo emitió la orden para avanzar y tomar las instalaciones de la UNAM.

Con armas encañonadas en mano, los militares detuvieron a estudiantes, profesores, padres de familia y civiles que se encontraban en una asamblea. Los uniformados llevaron a cabo detenciones arbitrarias, rompieron cerraduras de aulas, oficinas, archivos, gavetas y escritorios con el único fin para encontrar propaganda subversiva y armas.

A la par del operativo por parte de los militares, Radio Universidad dejó de transmitir su programación para posteriormente ser interrumpida por un comunicado de la Secretaría de Gobernación (Segob) con el único fin de justificar la entrada del Ejército en los edificios escolares.

En frente de Rectoría los detenidos fueron sometidos y golpeados por las fuerzas públicas, los mismos que izaron la bandera que José Barrios Sierra colocó a media asta como protesta en contra de la violación a la autonomía universitaria.

“¡Ahora sí los integrantes del Ejército podrán decir que pasaron por las aulas universitarias!”, con estas palabras, los detenidos protestaban por su sometimiento, además de cantar el Himno Nacional Mexicano.

Tras los golpes hacia los civiles, los uniformados trasladaron de la Cárcel Preventiva de Lecumberri un total de 650 detenidos a la Procuraduría del Distrito Federal y a la Jefatura de Policía en el cual fueron interrogados por su presunta participación en el movimiento estudiantil.

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