
Un agente de policía disfrazado como el Chapulín Colorado encabezó una redada contra el narcotráfico en Lima, Perú, donde fueron arrestados cinco sospechosos de dedicarse al tráfico de drogas.
En un operativo antidrogas llevado a cabo en el distrito de Comas, al norte de Lima, la policía de Perú utilizó una táctica poco común: un oficial vestido como el famoso personaje El Chapulín Colorado.
Esta acción permitió capturar a cinco sospechosos vinculados con una organización dedicada al microtráfico, según informó la institución policial este viernes.
Las autoridades policiales compartieron imágenes que capturan el instante en que el equipo encubierto irrumpe en un domicilio, tomando por sorpresa a los presuntos delincuentes.
Pedro Rojas, comandante del Escuadrón Verde de la Policía Nacional, comentó que emplear disfraces en los operativos “genera una gran efectividad y éxito, ya que estos personajes transmiten confianza entre la comunidad”.
El agente policial, caracterizado como El Chapulín Colorado—el emblemático personaje creado por el recordado comediante mexicano Roberto Gómez Bolaños—ingresó al domicilio y, junto con otros oficiales, logró someter a los sospechosos.
Desde hace un tiempo, la policía de Perú ha incorporado el uso de disfraces en sus operativos para sorprender a los criminales y captar la atención de la ciudadanía. En el operativo se incautaron cientos de paquetes de pasta base de cocaína y marihuana.
En Perú, el precio aproximado de un kilogramo de pasta base ronda los 380 dólares, mientras que el de un kilo de clorhidrato de cocaína puede alcanzar alrededor de 1000 dólares.
La utilización de disfraces por parte de las fuerzas policiales no es una práctica inédita en América Latina. En Perú, además del reciente operativo con el Chapulín Colorado, la Policía Nacional ha recurrido a otros personajes reconocidos para ingresar a áreas con alta incidencia delictiva sin generar sospechas.
En 2022, un oficial se caracterizó como un oso de peluche para acercarse sigilosamente a una residencia donde se ocultaba un presunto homicida.
Dicha operación resultó exitosa y fue ampliamente difundida en redes sociales, generando tanto sorpresa como apoyo entre la población.
Tácticas similares se han implementado en otros países de la región. En Colombia, agentes encubiertos han adoptado roles como repartidores de comida o músicos de mariachi para arrestar a narcotraficantes.
En 2021, la policía colombiana logró capturar a un cabecilla criminal al disfrazarse de músicos que ofrecían una serenata frente a su domicilio.
En México, por otro lado, operativos especiales han empleado disfraces de payasos o limpiavidrios para monitorear puntos de venta de drogas sin levantar sospechas. Las autoridades señalan que estas estrategias poco comunes pretenden causar un efecto de sorpresa y reducir la violencia en el momento de las detenciones.