
Venezuela se moviliza ante la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, con simulacros y preparación de un posible estado de excepción, alertó Maduro
El gobierno venezolano continúa sus preparativos frente al despliegue de barcos de guerra estadounidenses en el Caribe, intensificando ejercicios militares y convocando a un simulacro general para este sábado desde las 09:00 horas locales. Nicolás Maduro explicó que la actividad busca la “preparación del pueblo ante catástrofes naturales o ante cualquier conflicto armado que pudiera haber”, haciendo referencia a lo que califica como amenazas provenientes de Estados Unidos.
La movilización se produce después de fuertes sismos el miércoles y la madrugada del jueves en el occidente del país, que, aunque no dejaron víctimas, generaron alarma entre la población. La jornada se suma a otras iniciativas recientes del chavismo, como el reclutamiento de voluntarios para la Milicia, ejercicios en cuarteles y entrenamientos abiertos en comunidades populares.
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Durante una de sus transmisiones televisadas, Maduro mostró una carpeta roja con la leyenda: “Decreto por el cual se declara el estado de conmoción exterior en todo el territorio nacional”. Señaló que se están preparando decretos para cualquier escenario y subrayó: “Venezuela saldrá adelante”. Hasta ahora, el estado de emergencia no se ha declarado, aunque organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por posibles restricciones a la libertad de reunión.
Maduro también acusó a Estados Unidos de buscar apropiarse del petróleo venezolano, en línea con declaraciones del presidente nicaragüense Daniel Ortega, quien afirmó que el interés norteamericano radica en “adueñarse del petróleo venezolano” y justificó que las acusaciones sobre el narcotráfico serían un pretexto. Por su parte, el presidente colombiano Gustavo Petro pidió en la Asamblea General de la ONU iniciar un “proceso penal” contra Donald Trump tras los ataques a embarcaciones venezolanas supuestamente involucradas en tráfico de drogas.
La situación en la región se mantiene tensa, y la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, ha respaldado el despliegue estadounidense en el Caribe, país vecino de Venezuela con apenas 11 kilómetros de separación. Las autoridades venezolanas aseguran que las medidas tomadas buscan garantizar la seguridad del país y la protección de sus recursos estratégicos.