
Los disturbios registrados durante la marcha del 2 de octubre de 2025 en la Ciudad de México dejaron pérdidas económicas millonarias, atribuidas al grupo conocido como Bloque Negro, al que los comerciantes afectados señalan de tener nexos con el crimen organizado.
Tan solo en el corredor Juárez–Madero y en el Centro Joyero, las primeras estimaciones apuntan a daños por 600 millones de pesos entre mercancía robada e incendios de locales. A esto se suma una pérdida adicional de más de 300 millones de pesos por ventas no realizadas, debido a que alrededor de cinco mil negocios del primer cuadro del Centro Histórico tuvieron que cerrar durante la manifestación.
De acuerdo con testimonios de los locatarios, cerca de 50 locales del Centro Joyero, ubicado entre Madero y la Plaza de la Constitución, fueron saqueados por personas encapuchadas. Durante una conferencia de prensa frente a los negocios cerrados, los afectados denunciaron la omisión policial, asegurando que los agresores se llevaron relojes de lujo y joyería fina.
Una comerciante identificada como Italia relató que en su tienda “solo dejaron bisutería barata, se llevaron el esfuerzo de toda una vida”. Varios dueños señalaron que muchos negocios no están asegurados, ya que las aseguradoras no cubren oro o cobran cuotas impagables para pequeños comerciantes.
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Por su parte, María Fernanda Islas, representante de los comerciantes del Centro Histórico, exigió mayor firmeza a las autoridades: “Ya se les hizo costumbre. Si no hay consecuencias, lo harán de nuevo. Necesitamos más seguridad en las marchas; no es justo que siempre los comercios formales terminemos pagando los daños”. Hasta el mediodía del viernes, se habían presentado al menos 15 denuncias por saqueo y vandalismo ante la Fiscalía capitalina.
Un día después de los hechos, ocho elementos de la CUSAEM –Policía Auxiliar del Estado de México– vigilaban los accesos al Centro Joyero, mientras los locatarios esperaban permiso para revisar los destrozos y recuperar lo poco que quedó.
El dirigente López Becerra pidió al Congreso local legislar para prohibir que manifestantes se cubran el rostro, recordando que el pasado 26 de septiembre, durante la marcha por Ayotzinapa, también se registraron saqueos en Reforma y Juárez con pérdidas estimadas en 30 millones de pesos. “Las alertas estaban ahí y no se atendieron. Esto ya no es protesta: es pillaje que raya en crimen organizado”, concluyó.