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A “Chuy” lo abandonó su mamá tras ser diagnosticado con un tumor en la cabeza. Hoy pide tu apoyo #VIDEO

“Chuy” tiene 9 años de edad pero ha crecido como un niño de 5 debido a un tumor en la cabeza. Hoy, este pequeño de Uruapan pide ayuda

Jesús Tristán “Chuy”, como cariñosamente lo llaman, tiene nueve años de edad pero tiene la apariencia de uno de cinco años porque un tumor en la cabeza le alteró la producción de la hormona del crecimiento, por lo que en los últimos 18 meses sólo ha desarrollado medio centímetro.

“Chuy” también padece diabetes insípida, un problema metabólico causante de sed insaciable. Y por si faltara algo, este pequeño tiene ceguera desde los tres años de edad, también a consecuencia del tumor cerebral; mal del cual fue sometido a cirugía en el 2016, pero no fue posible retirar todo el absceso.

Lo llevamos al hospital por su ceguera ya fue que nos mandaron al Instituto de Pediatría, porque tenía un tumor y era lo que estaba provocando la ceguera. Lo operaron, duró un mes, el mes de octubre de 2016, estuvo todo el mes internado…”, dijo Raúl Vidal Tamayo Velázquez, tío de “Chuy”.

A la tragedia de “Chuy” se suma el haber sido abandonado por su madre; pero, por fortuna, Jesús Tristán encontró en su tío Raúl, el amor incondicional negado por quienes lo procrearon. Hecho por el que ahora son inseparables.

Desde los cuatro, cinco años no ha crecido y soy la personas que se encarga de cuidarlo… su mamá desgraciadamente cayó en las adicciones; lo dejó a él y a otros cuatro niños más, por su discapacidad a él no fue fácil que los demás familiares se quedaran con él”.

Raúl Vidal Tamayo Velázquez, de 25 años de edad, asumió la responsabilidad de cuidar a “Chuy” de tiempo completo, llevándolo consigo a sus jornadas de trabajo como albañil, para no dejarlo solo en casa.

Así, mientras el joven construye casas, el niño repasa sus lecciones de escritura braille. Sin embargo, hoy por hoy, la prioridad para Raúl es conseguir un medicamento necesario para el crecimiento físico de “Chuy”, el cual tío puede pagar pues el costo asciende a los 13 mil pesos mensuales.

Él después de su tumor y de su operación, su cerebro o su cuerpo no produce hormonas de crecimiento. Por cuestiones económicas no se las hemos podido proporcionar; son un poco muy caras y ahorita tiene alrededor de un año y medio que no le hemos podido proporcionar hormonas”.

No obstante, pese a sus enfermedades y precaria situación, “Chuy” se dice feliz, asegurando que solo quiere crecer y convertirse en sacerdote católico, porque, dice, Dios es bueno.

De grande voy a ser padre, de los que dan misa… me gusta la misa… ¿Qué piensas tú de Dios? Que es bueno y así…”, señaló el niño, que vive en la colonia 22 de octubre, de la ciudad de Uruapan.

Ambos ocupan apoyo para comprar las medicinas del pequeño y así mejorar su calidad de vida.

Con información de Miguel García Tinoco

IPR

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