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Aerolínea mexicana repartirá cubrebocas rarámuris en todos sus vuelos

Aparte del apoyo a la pequeña empresa, Volaris adaptó su protocolo de bioseguridad a la lengua rarámuri

Como parte de sus medidas de reapertura, la aerolínea Volaris repartirá cubrebocas a sus pasajeros; pero no de cualquier tipo, sino unos hechos por mujeres rarámuris.

Este martes, la aerolínea mexicana anunció su alianza con la micro empresa Sinibí Jípe. La iniciativa chihuahuense está conformada por un grupo de mujeres tarahumaras que elaboran cubrebocas estampados.

Ante la restricción para comercializar sus productos durante la emergencia sanitaria, tuvieron que comenzaron a elaborar los equipos de salud con el apoyo de una empresaria mexicana, Luis Fernanda Martínez.

Por el acuerdo, la fundadora de Sinbí Jípe aseguró que “los cubrebocas cumplen con las medidas sanitarias” pues están hechos con una “tela repelente y con filtro”.

Por su parte, Volaris subrayó que “esta actividad fortalece la recomendación emitida por la Organización Mundial de la Salud, la IATA y autoridades sanitarias de México sobre el uso de cubrebocas durante el paso por aeropuertos y a bordo de aviones como principal medida de protección contra la propagación del covid-19 en los viajes aéreos”.

Más apoyo

Aparte del apoyo a la pequeña empresa, Volaris adaptó su protocolo de bioseguridad a la lengua rarámuri. Con esta acción, se convirtió en la primera aerolínea en México en llevar sus medidas de seguridad a una lengua.

En un comunicado, la aerolínea también anunció que traerá  a las mujeres que elaboraron los cubrebocas a la Ciudad de México el próximo 30 de agosto para que asistan como público al Maratón de la CDMX.

Cabe destacar que cada cubrebocas cuenta con diseños inspirados en la cultura rarámuri; además, lleva impreso el nombre y la foto de la mujer tarahumara que lo elaboró en su empaque.

También es de notar que son elaborados desde las casas de las mujeres indígenas, debido al cierre de su tienda y taller por la contingencia sanitaria. No obstante, gracias a la reciente demanda, las trabajadoras rentaron un cuarto en un asentamiento tarahumara a las orillas de Chihuahua para poder cumplir con los pedidos.

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CAB

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