
Una supuesta profecía del manga “El futuro que vi” genera alarma tras un sismo en Rusia; expertos llaman a no caer en el pánico y confiar en la ciencia.
Una vieja predicción resurge con fuerza en redes sociales tras la reciente alerta de tsunami en Japón. La madrugada del martes, un sismo de magnitud 8.8 en la península de Kamchatka, Rusia, activó alertas en diversos países del Pacífico, incluido Japón. Aunque el nivel de riesgo fue reducido posteriormente, la coincidencia temporal ha revivido una inquietante predicción publicada en una historieta japonesa hace más de dos décadas.
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En 2021, la mangaka Ryo Tatsuki publicó una reedición de su obra “El futuro que vi”, en la que aseguraba que el 5 de julio de 2025 ocurriría un mega tsunami en Japón, generado por una erupción volcánica submarina. Según la historieta, olas de hasta 30 metros engullirían parte del archipiélago tras una fractura entre Japón y Filipinas.
La predicción, detallada tanto en tiempo como en localización, ha generado gran atención mediática y preocupación en redes sociales. Incluso algunos turistas han cancelado sus viajes a Japón durante julio por miedo a que ocurra un desastre natural. Las autoridades japonesas, sin embargo, han reiterado que no existe riesgo inminente ni actividad sísmica anómala en esa región.
¿Quién es Ryo Tatsuki?
Ryo Tatsuki es una autora de manga japonesa que, a lo largo de su carrera, ha sido conocida por publicar un único título con carácter profético. En “Watashi ga Mita Mirai” (El futuro que vi), recopiló visiones que, según ella, comenzó a experimentar desde 1985 en forma de sueños.
Entre las predicciones que algunos le atribuyen se encuentran eventos como el terremoto de Kobe en 1995, los atentados del 11 de septiembre en EE. UU., la pandemia de COVID-19 y el tsunami de marzo de 2011 en Japón. La portada original del manga incluye, de hecho, la frase “Un gran desastre ocurrirá en marzo de 2011”.
¿Tiene base científica la predicción?
Pese a las supuestas coincidencias, especialistas de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA) y la NOAA en Estados Unidos insisten en que no hay forma científica de predecir con precisión un tsunami antes de que ocurra un evento que lo provoque, como un sismo o erupción volcánica.
Lo que sí puede hacerse, explican, es monitorear en tiempo real estos fenómenos mediante redes de sensores sísmicos, boyas marinas y satélites. Japón, de hecho, es líder mundial en este tipo de tecnología, lo que permite emitir alertas preventivas con rapidez y eficacia.
En el caso reciente, la alerta fue emitida como medida precautoria tras el terremoto en Rusia, pero luego se redujo a nivel bajo. Hasta el momento, no se ha registrado ninguna actividad que sugiera un evento mayor como el descrito en el manga.
Japón y los tsunamis: una relación constante
El archipiélago nipón se encuentra sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico, una zona de alta actividad sísmica y volcánica. Esta ubicación lo hace especialmente vulnerable a tsunamis, como ha demostrado la historia: desde el año 684, más de 130 mil personas han perdido la vida en al menos 143 eventos de este tipo.
Uno de los más devastadores fue el de marzo de 2011, cuando un terremoto de magnitud 9.1 generó olas de hasta 40.5 metros, dejando más de 15 mil muertos y provocando la crisis nuclear de Fukushima.
Zonas más vulnerables en Japón
Las ciudades más expuestas a tsunamis incluyen:
- Sendai, Ishinomaki y Kesennuma (Prefectura de Miyagi)
- Kamaishi y Rikuzentakata (Prefectura de Iwate)
- Fukushima (zona costera)
- Shizuoka, Wakayama y Hamamatsu
- Kagoshima, Miyazaki y regiones de Shikoku
Llamado a la calma
Si bien la historia de Ryo Tatsuki ha generado revuelo, los expertos reiteran que las predicciones sin base científica no deben generar pánico. Hasta ahora, no hay indicios de que se cumpla la visión plasmada en el manga sobre un mega tsunami este 5 de julio.
Las autoridades recomiendan informarse únicamente a través de canales oficiales y seguir los protocolos de evacuación en caso de una emergencia real. La preparación y la educación, más que las profecías, siguen siendo las mejores herramientas para enfrentar estos fenómenos naturales.
Con información de Excelsior