La Secretaria de Relaciones Exteriores presentó el balance de su participación en las sesiones de la ONU; abogó por atender causas estructurales de la migración
Durante su participación en las sesiones de la ONU, la canciller mexicana Alicia Bárcena se pronunció a favor de las inversiones de cooperación internacional para atender las causas estructurales de la migración.
En la sede de Naciones Unidas, la canciller Alicia Bárcena reiteró la posición de condena de México ante la invasión rusa, tras una reunión con su homóloga de Ucrania, y luego del reclamo de la embajadora Oksana Dramaretska, por la participación de un contingente de Rusia en el Desfile Cívico Militar del 16 de septiembre en el Zócalo de la Ciudad de México.
“México, tanto en el Consejo de Seguridad como en la Asamblea General, ha fijado inequívocamente, desde su inicio, su posición de condena categórica a la invasión militar de Rusia a Ucrania, por ser contraria a la Carta de la ONU y al derecho internacional”, manifestó.
En conferencia de prensa en Nueva York, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), destacó que México promueve una solución pacífica y diplomática en este conflicto, y externó nuevamente su disposición para participar como mediador.
Por otra parte, Alicia Bárcena se pronunció a favor de atender las causas estructurales de la migración con inversiones de cooperación internacional, para que esta movilización humana sea una opción y no una obligación.
Subrayó que se debe lograr una migración segura, ordenada y regular, y con pleno respeto a los derechos humanos, especialmente de niñas, niños y familias, así como reconocer el aporte de la comunidad migrante al desarrollo y crecimiento económico de las naciones receptoras.
En el marco de las Discusiones de Alto Nivel del 78o. Período de Sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la canciller compartió además “algunos de los logros y proyectos de México en la Cobertura Universal de Salud”.
“En México estamos convencidos de que la cobertura debe ser universal, pública y gratuita, empezando por las zonas más marginadas y priorizando a los más pobres”, indicó.
Agregó que, al finalizar este gobierno, “México contará con una de las instituciones de salud pública más grandes del mundo, atendiendo a 53.2 millones de personas, porque la salud es un bien público, no mercantil”.