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Ana, entre el amor y la trata

La seducción y enamoramiento son el principal método en robo de menores y trata de personas

Esta es Ana en diciembre de 2016, tenía 12 años.

Un año después, Ana apareció en redes sociales con un arma en las manos.

Su familia la buscaba, el domingo 10 de diciembre, salió por una pizza. No regresó.

Se fue con este hombre de 34 años que meses antes conoció en un parque.

La seducción y enamoramiento son el principal método en robo de menores y trata de personas.

Aprovechan situaciones familiares vulnerables, principalmente de las niñas.

Ana vivía con el pasado de alcoholismo de su madre, ambos padres trabajando y un hermano  alejado.

Ana, 13 años: Cuando lo empecé a conocer me daba regalos, luego me empezó a creer que mi mamá no me quería, que nadie me quería, que por eso me dejaban sola.

Con él Ana se sintió segura. Él le dijo que se llamaba Alejandro y que tenía 25 años, una identidad falsa.

Y Ana cambió.

Eva, mamá de ana: Me empezó a gritar, nos quiso pegar, a mí a su hermano y a su papá.

Ana: Me pedía para sacar dinero que vendiéramos cosas y pues me hizo sacar siete teléfonos y mi xbox.

Tras ocho meses de relación y dos denuncias de sus padres, Ana se fue de su casa, siguiendo la promesa de salir adelante juntos.

Eva: Me habló al trabajo y me dijo, ¿qué pasó pendeja? ¿No que no querías que tu hija estuviera conmigo?, pues ya te chingaste, no la vas a volver a ver.

El sueño de ana se acabó pronto.

Ana: Fue cambiando poco a poco, pues ya no me trataba igual, ya no me hablaba igual, se enojaba  muy rápido. Me tenía encerrada.

Trabajábamos en mercados, una vez llegamos a robar.

En hoteles y departamentos vivía rodeada de drogas y sosteniendo relaciones sexuales…

12 millones de personas son víctimas de trata en México. 79% son utilizadas para explotación sexual, 18% para explotación laboral y 3% para extracción de órganos.

Ana: Me quería regresar porque no me gustaba ya, la verdad ya no quería… Una vez me llegó a pegar, porque le dije eso.

Sin apoyo de las autoridades, sus papás la buscaban.

Eva: Mi teléfono ella lo agarraba, entonces su cuenta se ligó al mío y de repente me llegaban notificaciones que yo me estaba conectando en ciertos lugares, pues estuvimos yendo, tenía direcciones, tenía todo pero no la encontrábamos.

El 24 de enero de 2018, sucedió lo inesperado. Su presunto captor sufre una aparente sobredosis.  Ana escapó y llegó a su casa…

 

 

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