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Así como en la mesa, las reglas de etiqueta también aplican en la vida digital

Las actividades digitales también deben correr con ciertas reglas de etiqueta que permitan una convivencia sana y ordenada

Decía mi abuela que las reglas de etiqueta tenían la función de hacer más armoniosa la convivencia entre dos o más personas. Y tenía mucha razón.

Las reglas de etiqueta son una serie de normas de conducta dentro de una sociedad, clase social o grupo, a fin de ordenar la convivencia, variando según las costumbres, comportamientos y rituales de cada región.

Pero, así como se dan esta serie de pautas de convivencia en el mundo físico, las actividades digitales también deben correr con ciertas reglas que permitan una convivencia sana y ordenada.

A esto se le denomina como Netiquette, que es una castellanización de net (red) y etiquette (etiqueta); sin embargo, van más allá de ser una mera adaptación de los protocolos de etiqueta del mundo real al virtual, son una serie de convenios sin validez legal entre quienes comparten el espacio digital, con el objetivo de aportar más seguridad y humanidad a la comunicación y así combatir problemas propios de la red como el fraude, el spam (mensajes o correo ‘basura’), los bulos o falsada alarmas (en inglés hoaxes) y las noticias falsas (fake news).

En caso de no respetarse, pueden causarse molestias en la comunicación y la convivencia digital, y la persona o empresa responsable puede ser ignorada e incluso repudiada por el resto de la comunidad de redes sociales como Twitter, Facebook, Instagram, YouTube.

Si bien, las reglas etiqueta digitales se pueden sintetizar en ponerse en el lugar del otro siempre que utilicemos la red y pensar que el otro no es siempre como yo, el libro Netiquette4​ de Virginia Shea publicado en 1994 contiene un decálogo:

  • Regla 1: Nunca olvide que la persona que lee el mensaje es otro ser humano con sentimientos que pueden ser lastimados.
  • Regla 2: Adhiérase a los mismos estándares de comportamiento en línea que usted sigue en la vida real.
  • Regla 3: Sepa en qué lugar del ciberespacio está; observar la conducta, costumbres y leer las normas del sitio. Ya que en todas no funcionan de la misma forma.
  • Regla 5: Muestre el lado bueno de sí mismo mientras se mantenga en línea.
  • Regla 6: Comparta sus conocimientos con la comunidad.
  • Regla 7: Ayude a mantener los debates en un ambiente sano y educativo. Recuerde que escribir todo en mayúsculas puede interpretarse como un grito.
  • Regla 8: Respete la privacidad de terceras personas. Pida permiso antes de etiquetar fotografías subidas por otras personas o pregúntese qué información de otras personas expone.
  • Regla 9: No abuse de su poder o de las ventajas que pueda usted tener. Si alguien comete algún error, imprudencia o le molesta, sea amable al hacérselo ver y, si es posible, hágalo en privado.
  • Regla 10: Excuse los errores de otros. Comprenda los errores de los demás igual que usted espera que los demás comprendan los suyos.

Sin embargo, estos acuerdos están vivos y cambian con el paso del tiempo, conforme evolucionan tanto el Internet como sus aplicaciones y los intereses de los usuarios pues la información que circula en las redes sociales, lo hace con demasiada velocidad de un lado a otro y lo que es privado se puede convertir en un secreto a voces y entienda que no todas las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram, YouTube) comparten las mismas reglas y su marca, tiene más que ganar si las respeta.

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