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Así podemos evitar la contaminación cruzada en alimentos con las bolsas reutilizables #ElOpinador

Hay que tener en cuenta que las bolsas reutilizables, sobre todo con alimentos, debe estar libre en la medida de lo posible de la contaminación cruzada

Superamos la barrera del 15 y ahora quedan prohibidas de bolsas de un sólo uso en tiendas y supermercados de la Ciudad de México.

Con esta medida acabaremos con las malévolas intenciones del inventor de las peligrosas bolsas de plástico y pasaremos a las siempre populares bolsas de tela o algodón, algo que seguramente al igual que su antecesora poco nos hará reflexionar sobre la conciencia del reciclado.

Pero bueno, lo hecho, hecho está y es hora de recordar algunas medidas que practicaban nuestro abuelos cuando todo se entregaba envuelto en cucuruchos de periódico, bolsas de papel o las famosas bolsas del mandado. Pues ahora no usaremos para llevar las compras un producto nuevo y con pocos gérmenes.

Hay que tener en cuenta que una bolsa reutilizable, sobre todo con alimentos, debe estar libre, en la medida de lo posible, de algo llamado contaminación cruzada, es decir, el intercambio de bacterias por el tipo de comida que transportamos. ¿Cómo lo evitamos? Muy fácil.

A pesar de que la carne, pollo y pescado lo seguirán entregando en bolsas o empaques, debemos aislarlos de los otros alimentos como frutas o verduras y sobre todo de comida que está lista para consumirse.

Esto lo podemos hacer con una bolsa exclusiva para estos productos, de preferencia térmica para mantenerla fría o fresca. O llevando recipientes de plástico con tapa, que también aplica, en otro trasto, para embutidos y productos fríos listos para consumirse.

Es importante lavar las bolsas periódicamente, secarlas bien y guardarlas lejos de los productos de limpieza o si permanecerán en la cajuela del auto, verificar que no haya fugas del escape al interior. Y si tienen camioneta, evitar que las mascotas las utilicen de asiento o para jugar.

Ya en el carrito del supermercado jamás las coloques en la cesta pequeña, pues ahí ponen la bolsa de mano que anduvo en la calle y la oficina. Y además porque es la zona donde se sientan los niños, quienes no están exentos de tener un accidente y contaminar lo que se coloque en ese espacio.

Un estudio de la Universidad de Pennsylvania realizado cuando se aplicó esta medida en San Francisco en el 2007 reveló que las bolsas reutilizables tenían 8% de posibilidades de dar positivo a alguna bacteria y que el 97% de los usuarios no había lavado las bolsas ni una sola vez.

Hay que preocuparse, no. Es algo que con prevención podemos superar. Ayudará para hacernos más consientes de lo inconscientes que somos con el planeta, quizá. Mientras, ajustémonos al cambio y cuéntenos qué tal les fue.

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