Las costas han recibido a visitantes ante la ola de calor por la que pasa el país, sin embargo, habrá restricciones para evitar disturbios.
Un enfrentamiento entre decenas de personas contra la policía se llevó a cabo en la playa de Blankerberge (Bélgica). El motor de la batalla campal fue la desatención a las normas sanitarias para evitar contagios de COVID-19.
Como resultado, los elementos de seguridad arrestaron a veinte jóvenes, de acuerdo con Le Soir. Además, la localidad optó por negar la entrada a los visitantes.
Necesitamos un periodo tranquilo […] Todo el que venga a Blankenberge necesitará una buena razón para estar aquí. Con esta medida intentamos restablecer la calma.
Determinó la alcaldesa de Blankenberge, Daphne Dumery.
Las mismas medidas se aplicaron en la zona cercana de Knokke-Heist, debido a «decenas de incidentes, durante el día y la noche». De acuerdo con el Ayuntamiento local «se ha visto obligado a adoptar medidas drásticas. Para garantizar la seguridad pública, los visitantes de un solo día no estarán permitidos».
Por lo anterior, el alcalde de Ostende, Bart Tommelein pidió a la empresa de ferrocarriles de Bélgica (SNCB), que no disponga de trenes extra para el día domingo ya que es el día que presenta mayor afluencia de personas.
A su vez, las costas desplegaron controles de carretera. «Se controlará a todos los vehículos. Todo el que no tenga una razón válida, tendrá que dar media vuelta y abandonar la localidad inmediatamente».
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