
La iniciativa impulsada por Clara Brugada contempla penas de hasta 7.5 años de prisión y sanciones económicas por administrar sustancias que alteren la conciencia o salud de una persona.
Este lunes por la noche, el Congreso de la Ciudad de México debatirá una iniciativa que podría marcar un cambio en el tratamiento legal de los llamados “pinchazos”, agresiones en las que se suministran sustancias a personas sin su consentimiento. La propuesta, impulsada por la jefa de Gobierno, Clara Brugada, será discutida por la Comisión de Administración y Procuración de Justicia a partir de las 19:00 horas.
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La reforma plantea agregar el artículo 141 Quáter al Código Penal local para tipificar este tipo de agresiones como delito, imponiendo penas de 2 a 5 años de prisión y sanciones económicas que podrían ir de 50 a 300 UMAs (entre 5,657 y 33,942 pesos). En ciertos casos, la condena podría aumentar hasta en una mitad, lo que elevaría la pena máxima a 7 años y medio.
¿Qué se consideraría delito?
De acuerdo con el dictamen, será sancionada cualquier acción en la que se administre a una persona alguna sustancia que altere su estado de conciencia o salud, ya sea por vía oral, inyección, bebida, alimento u otros medios como objetos punzocortantes o agujas.
La propuesta también considera como agravantes:
- Que el hecho ocurra en espacios públicos, transporte colectivo o eventos masivos.
- Que la sustancia usada represente un riesgo para la vida o la integridad de la víctima.
- Que se empleen drogas psicoactivas, narcóticos, psicotrópicos o sustancias tóxicas.
El camino legislativo
La comisión que discutirá la propuesta está compuesta por 13 legisladores locales y es presidida por el diputado de Morena, Alberto Martínez Urincho. Para que el dictamen avance, se requiere mayoría simple: al menos 7 votos a favor. Si se aprueba en comisión, la reforma será presentada ante el Pleno del Congreso capitalino este jueves para su votación definitiva.
La propuesta busca enfrentar de forma más efectiva un fenómeno que ha generado creciente preocupación social, especialmente entre mujeres jóvenes en espacios recreativos o de alta concentración.
Con información de Excelsior