Los artesanos emplean diversas técnicas.
Chignahuapan: el pueblo mágico donde siempre es Navidad y las esferas son protagonistas. En la Sierra Norte de Puebla se encuentra Chignahuapan, un pintoresco pueblo mágico conocido como el paraíso de las esferas navideñas. Con más de 370 talleres dedicados a la elaboración de estas piezas, la localidad se ha convertido en un símbolo de la magia y tradición de las fiestas decembrinas, según datos de autoridades locales.
El proceso para crear una esfera es meticuloso y requiere gran habilidad. Todo comienza con el soplado del vidrio, conocido como globeo. En talleres como Esferas Campanita, los artesanos calientan varillas de vidrio neutro, importadas desde Europa, a temperaturas entre 350°C y 400°C, moldeándolas en cuestión de minutos.
Una vez formada, la esfera pasa al área de plateado, donde se le inyectan soluciones químicas a base de nitrato de plata para lograr el característico acabado espejo. Posteriormente, las piezas se sumergen en pintura, obteniendo diferentes efectos: brillantes, opacos o acaramelados, según los materiales utilizados.
La decoración es el momento en el que la creatividad cobra vida. Los artesanos emplean diversas técnicas, como el uso de pinceles, esponjas o incluso las yemas de los dedos, para dar color y diseño a cada esfera. Los motivos son variados y van desde piñatas y muñecos de nieve hasta trompos y gnomos, ofreciendo opciones para todos los gustos.
El toque final consiste en colocar horquillas de alambre, permitiendo que estas pequeñas obras de arte puedan colgarse en los árboles de Navidad, llevando la magia de Chignahuapan a hogares de todo el mundo.