Fuga de aguas negras en la zona poniente de la ciudad lleva más de cinco meses sin ser atendida.
Continúa crisis de servicios en Ciudad Victoria; brotan gusanos de coladeras. Ante la inoperancia de los organismos de agua y servicios públicos bajo el mando del alcalde Eduardo Gattás Báez, los vecinos de la Colonia Lomas de Santander en Ciudad Victoria, reportan una situación alarmante: gusanos emergiendo de las coladeras del drenaje. Esta crisis sanitaria, que refleja el colapso de la administración municipal, ha llevado a varios influencers y periodistas a documentar las grotescas escenas que se repiten en las calles de la ciudad.
Lalo Gattas, alcalde de Ciudad Victoria, fue señalado por la actriz y cantante Susana Zabaleta durante las celebraciones del Día del Grito de Independencia. La ciudadanía, junto con ella, se quejó de los baches y la infraestructura vial de la capital tamaulipeca, solicitando al gobierno estatal que atendiera la crisis.
Desde el 1 de octubre, Gattás ha abandonado sus responsabilidades administrativas, lo que ha desencadenado un deterioro generalizado de los servicios públicos en Victoria. Los 16 regidores que han denunciado la corrupción de sus secretarios y la inacción del alcalde han sido ignorados, lo que ha llevado al Congreso del Estado a iniciar un proceso de destitución en su contra.
La fuga de aguas negras en la zona poniente de la ciudad lleva más de cinco meses sin ser atendida, a pesar de que es responsabilidad de la administración de Gattás y del organismo operador de agua. Los vecinos, impotentes ante esta situación, han tenido que lidiar no solo con el hedor y el riesgo a la salud, sino también con la indiferencia de un alcalde que parece más preocupado por su supervivencia política que por el bienestar de la población.
El 21 de octubre, el Cabildo de Victoria presentó un recurso en contra del alcalde, acusándolo de omitir la designación de cargos clave dentro de su administración. El expediente TE-RDC-85/2024, ahora asignado al magistrado Édgar Iván Arroyo Villarreal, se convierte en un nuevo obstáculo en la ya cuestionada gestión de Gattás. Su insistencia en descalificar a los regidores y la primera síndico, alegando que carecen de legitimación, revela un desesperado intento por desviar la atención de sus fallas administrativas.
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A medida que se acerca la fecha límite para presentar pruebas, el alcalde se encuentra cada vez más acorralado. Las comisiones unidas del Congreso están programadas para reunirse el 5 de noviembre y analizar su caso. Sin embargo, el verdadero riesgo radica en la creciente insatisfacción de los ciudadanos, quienes enfrentan no solo la inseguridad y el deterioro de los servicios públicos, sino también la falta de transparencia en la gestión municipal.
El panorama es desolador: una ciudad que se pudre mientras su alcalde se aferra a un cargo que ya no parece merecer. Gattás, al negarse a enfrentar la realidad y al recurrir a maniobras judiciales cuestionables, no solo pone en riesgo su futuro político, sino también la salud y la seguridad de los ciudadanos que lo eligieron. La inoperancia de su administración se convierte, así, en un lastre insostenible para la capital de Tamaulipas.
Por: Gildo Garza