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Delfina y la mediocridad de su gabinete 

De Política Y…Los Otros Datos

Raúl Garcia Araujo

Lo que ocurre en Texcaltitlán es la mejor fotografía del actual gobierno del Estado de México, en donde abunda la mediocridad, el poco tacto político y la frivolidad de los funcionarios de primera línea: la gobernadora Delfina Gómez; su secretario de Gobierno, Horacio Duarte, y el secretario de Seguridad Pública, Andrés Andrade Téllez, así como de la directora de Comunicación Social, Nayeli Gómez Castillo.

Delfina Gómez no lleva ni cien días en el cargo y, el crimen organizado (La Familia Michoacana), le arrebató la narrativa de cambio y de gobierno eficiente, sólo hay que escuchar a cualquier mexiquense, que, de lo único que hablan, es de cómo los delincuentes tenían bajo su yugo a los habitantes de Texcaltitlán.

Por mucho que la mandataria visite este municipio, aunque dé la cara frente a los diversos medios de comunicación, lo cierto es que hoy se ve a una gobernadora sin rumbo, sin estrategia de gobierno, sin capacidad de gobernar y sin funcionarios de nivel que le permitan salir del hoyo mediático que le provocó a su administración la muerte, en plena gira del presidente Andrés Manuel López Obrador, de 14 personas (diez presuntos delincuentes y cuatro civiles).

En medio de esta crisis gubernamental y mediática, de nueva cuenta, fueron los medios de comunicación, tanto nacionales como estatales, los que hicieron presión para que los funcionarios (incluida la máxima autoridad del Poder Ejecutivo) aceptaran, como dicen ellos, que más de 10 personas se encuentran desaparecidas, mientras que habitantes de este lugar, acusan que fueron secuestradas por los sicarios de La Familia Michoacana, y entre estos se encuentran menores de edad.

La poca pericia política y la falta de tacto en temas tan delicados ponen al descubierto que tanto la gobernadora, Delfina Gómez, como su secretario de Gobierno, Horacio Duarte, así como la coordinadora de Comunicación Social, Nayeli Gómez Castillo, no pueden hilar un discurso creíble para decir a la sociedad mexicana que tienen el control de la situación y que, por ende, harán justicia a los habitantes de Texcaltitlán.

En el Gobierno del Estado de México no existe en este momento un control de daños, ya que este caso les reventó de tal manera, que es la carta de presentación de lo que deben esperar los mexiquenses para los próximos seis años que Delfina Gómez será su gobernadora.

Aquí es necesario resaltar que una cosa es hacer grilla (de mala fe) y otra muy distinta, hacer gobierno y dar resultados. Lo que sí queda en evidencia es la mediocridad con la que se ha conducido el secretario de Gobierno, Horacio Duarte, quien cree que los ciudadanos le pagan su sueldo sólo para aparecer al lado de la gobernadora Delfina Gómez o para tomarse la foto.

Del secretario de Seguridad Pública, Andrés Andrade Téllez, ni hablamos, ya que su única preocupación era presumir que estaba en un palco disfrutando un concierto de Luis Miguel.

No se preocupe gobernadora Delfina Gómez, ya viene el presidente Andrés Manuel López Obrador a rescatarla, nada más dele chance de que inaugure el Tren Maya en el sureste mexicano, para que regrese a resolverle el problema, claro, esto ante su incapacidad de gobierno.

El fiscal Uriel Carmona les gana la partida 

Vaya casualidades de la vida pública en nuestro país, pues ahora resulta que la novela legal, que tiene como uno de sus protagonistas al fiscal General de Justicia de Morelos, Uriel Carmona Gándara, cuya trama comienza cuando su colega de la Ciudad de México, Ernestina Godoy lo encarcela, no ha terminado.

Después de una constante batalla legal, el fiscal morelense, no sólo le ganó a la Fiscalía capitalina, sino también a la Fiscalía General de la República y al propio gabinete de Seguridad y al mismo presidente de México.

Al igual que como ocurrió con Andrés Manuel López Obrador, que fue desaforado por la Cámara de Diputados en 2005, lo mismo ocurrió con Carmona Gándara.

En el pleno de San Lázaro, López Obrador dijo “yo acuso” que todo fue fabricado en mi contra y que todo se trata de una venganza política. Estos días, le tocó al abogado Gabriel Regino, sentenciar lo mismo desde la misma tribuna, pero ahora en defensa de Uriel Carmona Gándara.

La última palabra la tuvieron los legisladores del Congreso de Morelos, quienes le dieron palo a los diputados federales y, con ello, ratificaron en el cargo al fiscal morelense para que cumpla con su encargo hasta el 14 de febrero de 2027, para el cual rindió protesta.

El presidente López Obrador dice que no son iguales, pues, ojalá que su vocero, Jesús Ramírez Cuevas, ya lo haya puesto al tanto del audio en donde el ex consejero de la Presidencia de la República, Julio Scherer, amenaza a Uriel Carmona con desaforarlo por no querer platicar con él.

La peor parte de este escándalo la lleva la titular de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, quien nada más suma puros negativos para ser ratificada en el cargo.

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