La defensa de White señaló que pese a que él nació hombre, ahora se identificaba como mujer, por lo que ingresó a la cárcel femenina
Un prisionero transexual ha sido acusado de cometer cuatro delitos sexuales contra presas con las que compartía espacio dentro de una cárcel para mujeres en West Yorkshire, Inglaterra.
Se presume que el transgénero Karen White, de 51 años, cometió los abusos hacia sus compañeras entre septiembre y noviembre del año pasado
White, quien se encuentra recluida en la prisión de New Hall, se encuentra purgando una sentencia por múltiples violaciones a mujeres y una contra un niño, cometidos cuando era un hombre.
Pese a que el hombre no había tenido cirugía de reasignación de género cuando fue a la prisión, se le permitió ingresar a esa centro dada la legislación del Ministerio de Justicia que señala que a los presos transgénero se les permite “experimentar el sistema” en el género en el que se identifican.
La defensa de White señaló que pese a que él nació hombre, ahora se identificaba como mujer, por lo que ingresó a la cárcel femenina.
Al darse a conocer los hechos, el Ministerio de Justicia se disculpó y aseguró que no se tomó en cuentas los crímenes pasados.
“Desde mi punto de vista, cualquier hombre que haya cometido una ofensa sexual o violenta contra mujeres que todavía tiene un pene y todavía tiene hormonas masculinas, no debe ponerse en una prisión de mujeres”, dijo Frances Crook, directora ejecutiva de la Liga Howard para la Reforma Penal.
En la Corte de Leeds Crown, White se declaró culpable de una violación hacia una mujer en agosto de 2003, cuando entonces se llamaba Stephen Wood.
También se declaró culpable en el mismo tribunal de dos cargos de violación a otra mujer entre febrero y diciembre de 2016, y actualmente se encuentra esperando sentencia por apuñalar a un vecino.
Cuando White compareció ante un juez de distrito en el Juzgado de Paz de Leeds en julio, afirmó que no había agredido sexualmente a las presas porque no se sentía atraída por las mujeres y padecía disfunción eréctil.
El caso podría llevar a una revisión de las reglas para tratar con los reclusos transgénero en el sistema penitenciario inglés.
Las últimas cifras muestran que hubo 125 prisioneros transgénero en Inglaterra y Gales hasta fines de marzo de 2017, un 70 por ciento más que un año anterior.
De estas, se cree que unos 25 están en las cárceles de mujeres; mientras que 34 reclusos nacidos en el sexo masculino están viviendo como mujeres en cuatro cárceles especiales para delincuentes sexuales para hombres.
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