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#DíadelaVaquitaMarina, más que celebrar se trata de alzar la voz

La pesca ilegal mantiene a la Vaquita Marina al borde de la extinción, México es el único lugar en el mundo donde aun se puede encontrar a este ejemplar

La Phocoena sinus o mejor conocida como vaquita marina, e igualmente llamada como cochito, es un pequeño perteneciente a la familia de las marsopas. En el mundo solo existen seis especies de marsopas en el mundo.

Las vaquitas marinas no suelen superar los 150 cm de longitud, mientras que su peso varía alrededor de los 50 kg, caracterizándose por la morfología de sus labios, los cuales sobresalen de su cabeza, y sus aletas, de un tamaño mayor al que presentan otras marsopas.

En cuanto a su carácter y comportamiento, es mucho más tímido que el de otros cetáceos, por ejemplo los delfines, ellas únicamente suben a la superficie para respirar, procurando no ser vistas. Además, son animales muy poco sociales, tienen un estilo de vida solitario y pueden formar pequeños grupos de 2 o 3 individuos.

Suele habitar en lagos de poca profundidad situados a lo largo de toda la costa del golfo de California. Debido a los pocos ejemplares que quedan, es lógico que todos ellos se encuentren localizados en un mismo emplazamiento.

Tristemente es una especie en peligro de extinción endémica de México, hoy en día apenas existen unos 30 ejemplares de vaquitas marinas en el mundo.

Hay varios motivos que mantienen a la vaquita al borde de la extinción, uno de ellos es la pesca ilegal y a la demanda excesiva de buche de totoaba. El pez totoaba tiene 2 metros de longitud y puede llegar a pesar 100 kilos, pero en china se le atribuye propiedades curativas casi milagrosas. La creencia está tan arraigada, que a este pez se le conoce como la cocaína del mar y cada pescador puede venderlo en 5000 dólares, eso sin contar que el consumidor puede llegar a pagar hasta 100 mil dólares en el mercado negro. La pesca del totoaba se realiza con enormes bancos de redes y esta es la razón principal de los decesos de las vaquitas marinas, quienes quedan atrapadas y terminan pereciendo al no poder salir a la superficie a respirar.

Otras causas son la contaminación de su hábitat y hasta el mismo cambio climático.

Cada 5 de septiembre las organizaciones ambientales del mundo enfocan todas sus actividades a conmemorar el Día de la Vaquita Marina.

Se han ofrecido varias soluciones a este problema. El principal aporte es motivar a los pescadores a utilizar métodos alternativos de pesca, para sustituir los existentes y así evitar la extinción de este pequeño cetáceo.

Afortunadamente desde el año 2004, el apoyo de fundaciones mexicanas y estadounidenses como Green Peace, y en particular la Alianza WWF-Fundación Carlos Slim, ayudan al desarrollo y adopción de nuevas formas de pesca en las que no atrapen vaquitas, la capacitación de pescadores y el monitoreo acústico de la población de esta especie. Si bien aun no se elimina la alerta de peligro de extinción, estas organizaciones ayudan para que sea una especie protegida.

En realidad no hay mucho que festejar, más bien es un día para alzar la voz y exigir a los gobiernos, especialmente al mexicano, para que se imponga un control más estricto en las costas para los pescadores. Así como la erradicación del mercado negro de totoaba.

Si estás preocupado por esta especia puedes comenzar por hacer conciencia del medio ambiente, compartir información por las redes sociales sobre la vaquita marina, el peligro que está corriendo y estrategias para ayudarla, siempre utilizado el hashtag #DíadelaVaquitaMarina #MisionVaquitaMarina.

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