El director del FBI, Christopher Wray, anunció el miércoles que dejará su cargo al finalizar el mandato del presidente Joe Biden en enero.
Un anuncio que se produce una semana y media después de que el presidente electo Donald Trump expresara su intención de nominar a su leal aliado Kash Patel para ese puesto
En una audiencia pública con empleados del FBI, Wray anunció que renunciará tras “semanas de reflexión cuidadosa”, tres años antes de completar su mandato de 10 años, el cual estuvo marcado por investigaciones de alto perfil y políticamente cargadas, incluyendo dos acusaciones separadas contra Trump el año pasado.
La renuncia de Wray no es sorprendente, dado que Trump había decidido nombrar a Patel como director y había expresado repetidamente su descontento con Wray, incluso en una entrevista televisiva el domingo. Al optar por renunciar en lugar de esperar a ser despedido, Wray busca evitar un enfrentamiento con la nueva administración de Trump, lo que, según él, habría involucrado aún más al FBI “en la disputa”.
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Wray fue designado por Trump y comenzó su mandato de 10 años en 2017, una duración destinada a proteger al FBI de la influencia política de los cambios de administración, después de que Trump despidiera al entonces director del FBI, James Comey.
Trump expresó su descontento con Wray en varias ocasiones. En una reciente entrevista con “Meet the Press” de NBC, Trump comentó: “No puedo decir que él me fascine. Invadió mi hogar”, refiriéndose al allanamiento del FBI en su propiedad de Mar-a-Lago en Florida hace dos años, en busca de documentos clasificados de su primer mandato presidencial.
Sin embargo, Wray, conocido por su tono calmado, rara vez parecía dispuesto a confrontar públicamente al presidente.
