Tras la reapertura de bares y cafés en Francia, zonas en las que se fuma, por ello ha surgido la duda acerca del contagio mediante el humo de cigarro.
Tras la reapertura de bares y cafés en Francia, zonas en las que se fuma, por ello ha surgido la duda acerca del contagio mediante el humo de cigarro.
De acuerdo al Comité Nacional Contra el Tabaquismo (CNCT), los fumadores con COVID-19 podrían infectar debido al tabaquismo pasivo.
Otro transmisor sería su tos, o bien el humo en cuyas partículas se adhiere el virus, las cuales podrían inhalar otras personas.
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El problema no sería exclusivo del cigarro tradicional, también existe con los cigarrillos electrónicos y el vaping, recalca el CNCT.
La asociación aconseja incluso una distancia de seguridad de 10 metros con un fumador, lo que es bastante incompatible con tomarse unas copas con amigos en una terraza: “Las nubes de humo y de vapor producidas se detectan hasta 10 metros alrededor del usuario. Si estas nubes son potencialmente contagiosas, tal distancia de seguridad debe ser respetada”.
Las partículas contagiosas que transportan el humo son depositadas en los muebles, alfombras o la ropa, lo que genera un tabaquismo ultra-pasivo. Existe el riesgo de contaminación para quién tenga contacto con dichas superficies, donde el virus puede vivir hasta días, según el CNCT.
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