
Con más de un siglo en la Ciudad de México, El Taquito mantiene viva su tradición culinaria y cultural, preservando sabores que han conquistado generaciones
En el corazón de la Ciudad de México se encuentra un referente gastronómico que ha resistido el paso del tiempo: El Taquito, reconocido como la taquería más antigua de la capital. Fundada en 1917 por la familia Guillén, este establecimiento comenzó como un sencillo puesto en la Calle Carmen, en el Centro Histórico, y ha sido testigo de la evolución social y urbana de la ciudad durante más de 100 años.
Desde sus inicios, El Taquito se ganó el aprecio de trabajadores, estudiantes y artistas gracias a su fórmula sencilla pero efectiva: carne de alta calidad, tortillas hechas a mano y salsas caseras que mantienen la esencia auténtica de la cocina mexicana. Su menú, que originalmente ofrecía solo tacos, se amplió con el tiempo para incluir platos tradicionales como chamorro al horno, arrachera y frijoles charros, sin perder nunca el toque casero que lo distingue.
El local fue un punto de encuentro para figuras emblemáticas como Diego Rivera, María Félix, Cantinflas y José Alfredo Jiménez, cuyas fotografías aún adornan las paredes. Hay relatos entrañables, por ejemplo, del cantante José Alfredo Jiménez interpretando canciones mientras esperaba sus tacos de lengua, o del comediante Cantinflas firmando servilletas para los meseros, contribuyendo a la atmósfera cálida y bohemia del lugar, especialmente por su cercanía con la plaza Garibaldi.
Sin embargo, la trayectoria de El Taquito no ha estado exenta de desafíos. Debido a la proliferación de comerciantes informales en su antigua ubicación, el restaurante se vio obligado a cerrar y trasladarse. Hoy en día funciona en Miguel Noreña 25, San José Insurgentes, donde ha logrado conservar su identidad. El nuevo espacio combina elementos tradicionales como azulejos de talavera y vitrinas con objetos antiguos, junto a toques modernos, reflejando el equilibrio entre historia y renovación.
La actual generación a cargo del negocio ha apostado por adaptarse a los nuevos tiempos, manteniendo presencia activa en redes sociales y medios de comunicación, lo que ha ayudado a que El Taquito siga siendo un punto de referencia para locales y turistas que buscan disfrutar de un verdadero sabor mexicano con historia.
“El Taquito no es solo un lugar para comer, es una experiencia que une generaciones y culturas alrededor de la mesa”, comenta un habituado visitante. Este restaurante representa un legado vivo que, tras más de un siglo, sigue siendo símbolo de identidad y orgullo para la Ciudad de México.