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El protocolo señala que para la boda real, Harry y Meghan deben cumplir estas 7 reglas

En 2011, la reina repartió una guía de etiqueta de 22 páginas para los mil 900 invitados de la boda del príncipe William y Kate, lo que revela la importancia que la monarquía da al protocolo real.

Todas las celebraciones cuentan con reglas que se deben de cumplir, como una forma de respeto a quienes nos convidan, cuánto más cuando se trata de la realeza.

Los protocolos reales son cánones establecidos como una forma de homenajear una tradición familiar, mantener el orden y unificar de manera respetuosa el comportamiento de los invitados para departir con armonía una celebración tan feliz, como lo son las bodas.

De esta manera, la actriz estadounidense Meghan Markle, el príncipe Harry de Inglaterra y los invitados al festejo el próximo 19 de mayo, tienen que cumplir con estas 7 reglas que se han seguido tradicionalmente desde hace décadas.

El ramo de la novia

De acuerdo con la tradición real, el ramo de la novia debe incluir la flor de mirto, también conocida como la “hierba del amor”, dentro de su buqué.

Esta tradición fue iniciada por la reina Victoria, en cuya boda se plantó este árbol, y desde entonces es respetado por cada miembro de la realeza. A gusto de la novia se incluirán, además, rosas y peonías.

A su vez, y con el objetivo de rendir homenaje a la princesa Diana, madre de Harry, el ramo estará compuesto por rosas blancas, según informó la revista Elle. La actriz estadounidense dijo que se mantendrá fiel a la palabra y memoria de la “Princesa del Pueblo”.

Tributo al guerrero desconocido

En el casamiento del Rey George VI en 1923, la Reina Madre tuvo el gesto de dejar su ramo como tributo a su hermano Fergus, que fue asesinado durante la primera guerra mundial. Kate Middleton lo colocó en el mismo sitió en 2011, y se estima que Markle haga lo mismo.

Uniforme militar

Desde 1840 en el casamiento de la reina Victoria con el príncipe Albert, los varones de la familia real deben usar su uniforme militar, y la regla también indica que debe ir perfectamente pulcro así que tal vez el príncipe Harry rasure su pelirroja y característica barba.

El príncipe Philip, el príncipe Charles y el príncipe William lucieron de esta manera. El único que faltó al reglamento fue el príncipe Edward, que no lo hizo porque no tenía ningún título militar al momento de la boda. El príncipe Harry, en cambio, sirvió al ejército durante una década.

Sentados en la iglesia

Todos los miembros de la familia real deben sentarse del lado derecho de la iglesia. Este estatuto se debe a que es el novio es el que lleva sangre real. Si fuera una princesa quien se casara, la familia real se sentaría a la izquierda.

El anillo

Debido a una tradición iniciada en 1923 en la boda de George VI y Elizabeth Bowes Lyon –la reina Madre y bisabuela de Harry–, el anillo de la mujer debe contener oro galés.

El oro para la elaboración de la argolla procede de la mina de Clogau St. David en Bontddu, ubicada al norte de Gales. Este se utilizó para hacer las alianzas de la reina Elizabeth, la princesa Margaret, la princesa Anne y la princesa Diana. En 1981, la realeza recibió 36 gramos de oro. Una parte se utilizó para la boda de la duquesa de York, Sarah.

Pastel de frutas

El Príncipe Harry y Meghan Markle eligieron una torta de limón de la pastelera Claire Ptak como postre principal. No obstante, en las bodas reales de Inglaterra siempre se sirve un pastel de frutas.

En la boda de William y Kate hubo uno de ocho pisos decorado con 900 flores hechas de azúcar.

Retratos oficiales

Los esposos deben posar con toda la familia real para conformar el retrato oficial. Por primera vez, se verá a Markle junto con todos los miembros de la monarquía.

Al igual que en el casamiento de Kate Middleton, se espera que la pareja se saque una fotografía con los padres de ella y con el príncipe Charles y la Duquesa de Cornwall, madrastra de Harry.

Reglas para invitados

En 2011, la reina repartió una guía de etiqueta de 22 páginas para los mil 900 invitados de la boda del príncipe William y Kate.

En referencia a la vestimenta, los asistentes de la boda no pueden mostrar los hombros y los zapatos tienen que ser cerrados. Asimismo, las mujeres no pueden llevar ropa blanca. Ellas deben escoger un vestido de día formal con una chaqueta o una falda, o un traje de pantalón y los tacos no pueden ser muy altos.

Además, si utiliza una pollera o vestido, tiene que tener medias. Está prohibido ir con las piernas desnudas. En la boda real de 2011, la esposa de David Cameron, ex primer ministro británico, las llevó al descubierto y fue un poco vergonzoso. También, las mujeres tienen que llevar la cabeza cubierta.

En cuanto a los hombres, deben tener una vestimenta formal de día. No hay un código de vestimenta pero es una sugerencia. “Es probable que algunos invitados varones opten por usar un traje ordinario si no poseen un traje de la mañana, lo cual es absolutamente correcto, a menos que el vestido de la mañana esté estipulado explícitamente”, sostuvo Lucy Hume, directora asociada de una compañía de coaching de etiqueta.

En ambos casos, es fundamental evitar los accesorios llamativos (por ejemplo, no hay que llevar condecoraciones si la invitación no lo autoriza).

Por otro lado, según las reglas establecidas en 2011, no se pueden tomar fotografías en el Castillo de Windsor. Incluso, se sospecha que los invitados no puedan llevar sus teléfonos. Por tanto, no habrá material en las redes sociales.

Los invitados –que son entre 500 y 600– tienen que saludar a la pareja de forma rápida. Probablemente habrá como en cualquier boda, una línea de recepción, pero no tiene una conversación con ellos.

En la misma línea, no se deben llevar regalos a la ceremonia. No obstante, la etiqueta indica que no se deben pedir regalos porque es la segunda boda de Markle.

Asimismo, hasta que los recién casados no se retiren, los invitados no deben partir. Muchos querrán acercarse a la reina, pero no deben hacerlo, tienen que dejar que ella se acerque a ellos. En este caso, los hombres deben inclinarse y las mujeres hacer una reverencia. Se trata de una inclinación de la cabeza, con las manos tras los costados, un pie detrás del otro, doblando las rodillas y manteniendo la espalda recta. Y hay que dirigirse a ella como “su majestad” y luego como “señora”.

Y esto es solo parte de lo que debe cumplirse si se quiere casar con un miembro de una de las familias más exclusivas del mundo.

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