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“Espíritu burlón”, en palabras de María Inés Pintado, actriz y adaptadora

"Espíritu burlón", en palabras de María Inés Pintado, actriz y adaptadora

La actriz María Inés Pintado, también traductora y adaptadora de la obra, nos comparte su visión de la puesta escénica en los tiempos actuales y en nuestra sociedad

Espíritu Burlón, Blithe Spirit (en su título original en inglés), es una de las comedias más representativas del siglo XX. Escrita por el dramaturgo, actor y compositor inglés Noël Coward, se estrenó en 1941.

Representada incontables veces alrededor del mundo, no solo en el teatro, sino también en la pantalla grande y chica, e incluso traída anteriormente a México por Alejandro Bichir, el padre de la dinastía de actores, en esta ocasión se presenta en el teatro San Jerónimo Independencia, ubicado en la Ciudad de México, en la alcaldía Magdalena Contreras.

Con una temporada que va del 23 de octubre al 19 de diciembre de este año, en esta ocasión se presenta con una traducción y adaptación de la también actriz María Inés Pintado, quien interpreta en la obra a Ruth, la esposa de un reconocido escritor llamado Carlos Condomine (interpretado por Odiseo Bichir) que, en búsqueda de nuevo material para su más reciente novela, busca a una médium de nombre Madamme Arcati (intrepretada por Haydee Boeto).

Condomine, un novelista de éxito, quiere aprender acerca de las ciencias ocultas, por lo que organiza una sesión de espiritismo en su casa. Madame Arcati durante la sesión inadvertidamente convoca al espíritu de la primera esposa de Carlos, Elvira (interpretada por Brenda Arrigunaga), fallecida siete años atrás.

Hecho esto, Madame Arcati abandona la casa, sin ser consciente de lo que ha hecho. Sólo Carlos puede ver y escuchar a Elvira; y su segunda esposa, Ruth, solo empieza a creer lo que está pasando cuando un vaso flotante llega a su mano.

Con este embrollo, el fantasma de Elvira hace todo lo posible para desestabilizar el matrimonio actual de Carlos. Finalmente sabotea su coche con la esperanza de matarlo para que puedan reunirse en el mundo de los espíritus, pero es Ruth en lugar de Carlos quien muere.

El fantasma de Ruth inmediatamente regresa para vengarse de Elvira, y aunque Carlos no puede ver a su segunda esposa, sí es testigo de cómo Elvira es perseguida y atormentada. De este modo, el novelista vuelve a llamar a Madame Arcati para exorcizar ambos espíritus, pero en lugar esto, el resultado es la materialización de Ruth.

Así, con sus dos esposas muertas, pero plenamente visibles y furiosas, Carlos, con la ayuda de Madame Arcati, fuerza nuevas sesiones de espiritismo y conjuros para que desparezcan, lo cual consigue. Finalmente, por consejo de la médium, Carlos abandona triunfante la casa, y las dos fantasmas, frustradas, destrozan el lugar.

Una visión más actual y propia

La anterior es la versión fiel al texto. No obstante María Inés Pintado, en entrevista exclusiva, nos ofrece un nuevo panorama de esta obra del siglo pasado.

Con un posgrado de teatro clásico en Inglaterra y con una formación en la Escuela Rusa de Actuación en México, la actriz comparte que, a pasar de no ser traductora, considera que se trata de una tarea de todos actores de teatro, quienes “hacen de todo, desde producir hasta adaptar”.

A pregunta expresa de cómo fue adaptar la obra, compartió que el “inglés británico es rebuscado y había que hacerla más sencilla, no porque el público no la fuera a entender”.

“Digamos que es una manera de hablar que se usaba en los 50s y que hoy en día ha cambiado muchísimo”, apuntó

De esta manera, señaló, que lo que intentó “fue hacer que los personajes, como Carlos, que pertenecen a una clase acomoda, se adaptara a una clase hasta mexicana, con todo y sus vicios, que los tienen”.

En este contexto, Pintado subraya que también era importante considerar que el creador de Espíritu Burlón, Coward, “era un poco cruel con la mujer. No era muy defensor de las mujeres“.

Estamos en un día en que el derecho a la mujer afortunadamente se está logrando y entonces tenía yo que equilibrar un poco la obra.

Que no se fuera tanto que las mujeres son histéricas que se pelean por un hombre, que no es así. Que fuera más bien el conflicto que hay entre esta pareja. El conflicto tanto del personaje de Carlos, de ser una persona que no tiene empatía o delicadeza, alguien no puede relacionarse con las mujeres. Y efectivamente, estas mujeres están mal educadas, que creen que su vida gira en torno de un hombre. Esa fue más o menos mi tarea”, consideró

Asimismo, la adaptadora explicó que el final fue cambiado. Esto, con la idea de dar una visión actual de la obra, expresar un mensaje de nuestra realidad, donde la sociedad y el papel de la mujer ha cambiado desde 1940.

“Gracias al equipo, que me ayudaron a adaptar el final, el final cierra con un desventaja a la mujer. Y el final que tenemos en esta obra es muy gracioso. Creo que la maestra Haydee Boetto lo cerró de una forma muy inteligente.

En la obra original destruyen la casa, pero él se va triunfante, diciendo, ‘ya me voy, me voy a divertir’. Y en este caso el cambio fue, ‘pues me voy’, pero en el fondo no se quiere ir, porque es un hombre que, como sucede en México y en mucho países, no sabe estar solo. Un ego frágil, como dirían” detalló

La idiosincrasia mexicana

En la misma línea, cuestionada sobre el cómo la idiosincrasia mexicana se refleja en su adaptación, así como en la obra original, Pintado confesó que el material busca transmitir un mensaje de reflexión sobre nuestra sociedad:

“Yo creo que cuando alguien hace teatro, aunque sea una comedia, para los tiempos que estamos viviendo, siempre hay que transmitir un mensaje. Transmitir una crítica a nuestra sociedad, aportar algo.

Entonces, es muy importante. Si bien la obra no trata de eso. Es muy importante recalcar los vicios que hay en la clase aspiracional mexicana, que es una clase desgraciadamente racista y clasista”, lamentó

Dicho esto, apuntó que si bien la obra por sí misma ofrece un panorama sobre lo humano, también es posible transportarla a lo conocido.

“Sí, definitivamente. Traté de meter pequeñas fracesistas, palabritas que la clase aspiracional suele usar de manera despectiva, respecto a la gente que no pertenece a su grupo”, detalló

No obstante, en este punto, María Inés introdujo un concepto sumamente importante: ‘tropicalizar’. Según explicó, se trata de una adaptación exagerada de lo ajeno; una que, a su consideración, evitó a toda costa en su adaptación.

“De algún modo lo traté de hacer de una forma muy medida para no tropicalizar. Tropicalizar es hacerlo muy local. Me fui a comer con mis amigas. En algún momento dijimos qué iría a comer Madame Arcati: ‘unas gorditas, un licuado de mamey’. Pero nos dimos cuenta de que eso era un error porque no nada más distrae. En realidad lo importante es solo transmitir los vicios y un poco hacerlo universal.

Si lo tropicalizas creo que está siendo uno un poco paternalista. Creo que es muy difícil no caer en ese vicio de tropicalizar“, explicó

Universalidad y actualidad

A cuestas de lo anterior, la actriz consideró necesario tomar este material como una nota, en sus propias palabras, “universal“; es decir, fuera de los años que la anteceden y en consideración de la longevidad que la caracteriza, pues, al final, contiene un mensaje que ha trascendido con el pasar del tiempo.

Dicho esto, apuntó que Espíritu Burlón bien podría dar una enseñanza tanto personal como colectiva, ya que, al menos el hilo conductor planteado con su adaptación, tiene como una de sus metas hablar sobre las relaciones.

“Aparte, hay algo importante. Coward escribía muchas obras. Era muy prolífico. Probablemente, debido a eso no estaba tan interesado en algunas de sus obras, en dar un mensaje contundente.

Nosotros aquí tratamos de dar un mensaje. Lo que tratamos de hacer fue mostrarle al público que nosotros podemos caer en relaciones tóxicas, con parejas tóxicas, donde hay una codependencia. Y que a veces las mujeres y los hombres están en una relación donde probablemente ya no tienen que estar, pero hay una codependencia.

Ese es el hilo central de la obra. Imaginándonos que el personaje de Elvira no es un fantasma, que fuese un personaje real. Podríamos decir que ese es el problema.”, adujo

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Motivaciones personales

Pensando en lo anterior, y al ser preguntada sobre si esta última reflexión fue tomada en cuenta por ella para retomar la obra, aseguró que lo que personalmente interpreta busca comunicar algo.

Así, María Inés recordó que otras de sus actuaciones, entre ellas, la historia de una joven activista que murió en Palestina mientras ayudaba a una familia de ese país.

Asimismo, recordó su papel en ‘Carlota’, un monólogo que se presenta en el Castillo de Chapultepec, donde dio vida a la que fuera emperatriz de México.

“Yo he hecho muchas obras de teatro clásico, que es lo que más me gusta. He hecho Dostoievski, que es uno de mis grandes héroes en la literatura. Yo tenía la verdad ganas de divertirme. Esa fue la primera intención.

Por supuesto, pero me gusta hacer también monólogos, que son muy complicados. El caso de Carlos es imposible no hacer un personaje así

Mi primer monólogo fue de Rachel Corrie, una activista que se fue a palestina, que tenía 21 años y que murió ahí defendiendo a una familia palestina Esta es mi segunda experiencia en un monólogo y son complicados”, recordó

Covid-19 y Día de Muertos

Ubicada ya en lo personal, la intérprete habló sobre su experiencia en Espíritu Burlón en el contexto de la pandemia de Covid-19 y la nota lejana reapertura de los teatros.

Primeramente, contó que esta obra ya ha sido montada antes, la montó el papá de Odiseo, Alejandro Bichir. En esta ocasión, recordó, “la íbamos a estrenar en abril en el año que inició el Covid. Estábamos [también] en el teatro San Jerónimo, [pero se canceló]”.

Ahora, dijo, “esperemos que en esta temporada de frío, no nos vayamos otra vez a semáforo rojo o naranja”. En la incertidumbre, refirió, no obstante, su experiencia con Carlota, donde participó desde el 19 de marzo hasta este 28 de noviembre.

“Yo llegué en Carlota cuando mi compañera Jessica. Llevaba mes y medio trabajando en el Castillo; ahí en el alcázar. Y pues muy agradecida con ella. Llegué y el alcázar ya estaba lleno. Había mucha gente. Y claro que con susana distancia. Para mí fue muy conmovedor como el público se sentía, cómo el público ya necesitaba. La gente ya necesita salir, ya necesita distraerse. Y bueno el castillo ya es desde luego un lugar único, donde nunca faltará público. Precisamente por la vista, por la historia de nuestro país. El castillo es un monumento. Y por los personajes, porque también está el monólogo de Maximiliano”, rememoró

Ahora, con Espíritu Burlón, y en espera de la primera función oficial, relató las funciones previas, que se dieron en el San Jerónimo el pasado 16 y 17 de octubre.

“Ya en las funciones, en la prefunciones las dimos con personas que creo pertenecen al servicio social y público invitado por nosotros.

Creo que fue el segundo día fue increíble porque cumplimos con el cometido que queríamos y era hacer reír a la gente, liberarla un poco de las vicisitudes que hemos pasado con el covid porque necesitamos reír un poco

Dicho esto, se posicionó sobre la temporada en que se estrena la obra, a nada de Día de Muertos. Manifestó que el tiempo fue “perfecto” y pidió “tener mucho público”. Adicionalmente, recordó que la puesta en escena es también una nota para los que ya no están:

“La obra también muestra lo presente que pueden estar nuestros muertos, que desgraciadamente muchos hemos perdido familiares durante el covid y lo presente que pueden estar a pesar de que hayan fallecido. Están presentes en nuestras mentes. En nuestros corazones.”

Ensayos e invitación

Como cereza del pastel, y sin salir del tema, la artista habló un poco de cómo han sido los ensayos, la interacción entre ellos y la manera en que, sin embargo, la pandemia no ha impedido que su trabajo siga en pie

“Todos los ensayos los hicimos con cubrebocas. Absolutamente todos. El paso de quitarnos el cubrebocas fue el primer ensayo general y fue liberador, pero uno todavía entiende el cuidado hacia el compañero. No hablarle muy de cerca por haber padecido esto por tanto tiempo”

Finalmente, María Inés Pintado hizo una atenta invitación a los lectores a ver la obra, en la que, confirmó, no solo se llevarán una reflexión, sino también unas cuantas risas.

“Por supuesto los invito al teatro. Los invitamos a ir al teatro con un buen tapabocas, no quitarse el tapabocas dentro del teatro. Seguir todas las medidas de higiene, como llevar su gel anibacterial, etc. Para que se cuiden mucho.

La obra tiene un ritmaso. Y mira, mis compañeros. Odiseo es un actor impecable y Haydee Boetto, genial”, concluyó

La obra

Para todos los interesados, el equipo de Francisco Zea también les hace una cordial invitación a asistir a ver Espíritu Burlón, que cuenta con las actuaciones de María Inés Pintado (adaptación y traducción), como Ruth, Odiseo Bichir, como Carlos, Brenda De Arrigunaga, como Elvira, Haydee Boetto, como Madame Arcati y Gibrán Valencia, como Edith. Todos bajo la dirección de Juan José Tagle.

La obra tiene una duración de 80 minutos y comienza oficialmente sus presentaciones el 23 de octubre y termina el 19 de diciembre, con dos funciones los sábados (6 Y 8 pm) y dos los dos (5:30 y 7:30 pm)

El Teatro San Jerónimo Independencia está ubicado en Periférico Sur, Circuito Unidad Independencia 3400, San Jerónimo Independencia, Magdalena Contreras. El teléfono es 5595 21 17 y la entrada tiene un costo de 350 pesos, pase general.

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CAB

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