Mientras el Kremlin se quejaba acaloradamente y acusaba a Washington de tácticas de intimidación, Estados Unidosrechazaba las afirmaciones de Rusia de que funcionarios estadunidenses habían amenazado con “derribar la puerta de entrada” de uno de los recintos y que el FBI estaba “despejando las instalaciones”.
No es verdad”, dijo un funcionario de alto rango del Departamento de Estado, quien agregó que los funcionarios estadunidenses acompañados de personal de la embajada rusa hicieron recorridos por los tres inmuebles.
Estas inspecciones fueron efectuadas para asegurar y proteger las instalaciones y confirmar que el gobierno ruso había desocupado las instalaciones”, informó el funcionario en un comunicado que el Departamento de Estado envió el sábado por correo electrónico a la prensa. El funcionario solicitó no ser identificado.
Rusia se puso furiosa por la orden de que cerrara su consulado en San Francisco y unas oficinas comerciales en Washington y Nueva York, medidas que Estados Unidos adoptó en represalia por la decisión de Moscú el mes pasado de obligar a Washington a que redujera a 445 empleados su personal diplomático en Rusia.
Moscú ha acusado a Estados Unidos de violar la ley internacional al ordenar el cierre de las sedes, un cargo que el gobierno estadunidense ha rechazado.
‘Medida agresiva sin precedentes’
El sábado, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia dijo que había convocado al número dos de la embajada de Estados Unidos en el país, Anthony Godfrey, para presentarle una nota de protesta formal en la que calificó el presunto allanamiento de las oficinas comerciales rusas como una “medida agresiva sin precedentes”.
El ministerio también difundió un video en Facebook afirmando que las imágenes mostraban a agentes del FBI mientras inspeccionaban las oficinas del consulado ruso en San Francisco.
En el video, un hombre de corbata toca varias puertas con números e ingresa en lo que parecen unidades de apartamentos, echa un vistazo al interior y declara que todo está en orden.
No hubo declaraciones adicionales de Estados Unidos sobre si el FBI participó en las inspecciones.
El Departamento de Estado se negó a contestar preguntas adicionales sobre si las instalaciones podrían ser cateadas para fines de recolección de información de inteligencia tras la partida de los rusos.
El sábado por la noche, las luces estaban prendidas brillantemente en varios pisos del consulado en San Francisco y algunas ventanas estaban completamente abiertas.
El día anterior, se veía a la distancia cuando humo negro salía de la chimenea del consulado a medida que los rusos se apresuraban a cumplir el plazo que vencía el sábado y empleados salían cargando cajas del inmueble.
Estados Unidos al parecer accedió a atender una de las quejas de Rusia de que le habían dado poco tiempo, 48 horas, para que desocupara las casas utilizadas por los diplomáticos y sus familias.
En una flexibilización de la orden original, Estados Unidos dijo que hizo “acuerdos separados” para dar a las familias “tiempo suficiente” a fin de empacar sus pertenencias y desalojar los apartamentos en el consulado.
