‘El Licenciado’ era el director del Penal de Puente Grande, renunció una semana antes de la fuga del ‘Chapo’ en el 2000
En el juicio contra ‘El Chapo’ Guzmán, hoy testifica en la corte Dámaso López Núñez, ‘El Licenciado’.
Con pagos de 50 mil dólares, una casa y gastos de emergencia de un hijo accidentado, fue como Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán se ganó la fidelidad del ‘Licenciado’, subdirector de Seguridad y Custodia en el Penal de Puente Grande, cuando el capo se fugó.
En el inicio de su participación en el juicio, ‘el Licenciado’, arrestado en la Ciudad de México en mayo del 2017, se dirigió al acusado como “mi compadre” y recordó cómo estando preso ‘El Chapo’ comenzó a llenarlo de peticiones que iban desde la de poder traer tenis hasta ingresar mujeres.
Aunque Dámaso sostiene que no ayudó a Guzmán Loera a escapar, las sospechas de que sí lo hizo se evidencian con las fechas: unas semanas antes de la fuga de “El Chapo”, López Núñez renunció a su cargo en el penal.
Aseguró que dejó su cargo, en septiembre del 2000, por una investigación federal en curso por corrupción en ese penal. Luego de las acusaciones ya no volvió a encontrar trabajo, por lo que aceptó colaborar con Guzmán Loera, siete meses después de su fuga, primero consiguiéndole casas y ranchos y ya después armando la logística y negociaciones con los colombianos para trasladar cocaína de Sudamérica a Sinaloa.
Dámaso López Núñez confirmó la versión de la fuga de El Chapo en un carrito de lavandería y agregó que al capo le parecía injusto que estuvieran presos 50 custodios que nada tuvieron que ver con su evasión; por eso el líder del cártel de Sinaloa pretendía ayudarlos a través de sus abogados.
Dijo que la idea de su fuga fue repentina y motivada principalmente por haber escuchado que había una orden de extradición en su contra. El testimonio de El Licenciado se prolongará por la tarde y se prevé que dure hasta el jueves.
Durante la sesión, ‘el Licenciado’ dio un pequeño gesto de respeto a Guzmán Loera, cuando, al tomar el puesto de testigo, mirándolo asintió con la cabeza y puso su puño derecho en el pecho.
Dámaso es uno de los testigos protegidos más esperados en el juicio, sin embargo, puede que no se preste a dar mucha información, pues a diferencia de la mayoría de los demás testificadores, él no se beneficiaría del todo por sus declaraciones.
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