Amado y odiado por muchos, Roberto Gómez Bolaños alcanzó la fama mundial con ‘El Chavo del 8’, que se convirtió en un clásico de la televisión
Este viernes se cumplen 91 años del nacimiento del actor y productor mexicano Roberto Gómez Bolaños, mundialmente conocido como Chespirito, y el gigante tecnológico Google ha modificado el logotipo de su buscador con un ‘doodle’ en su homenaje.
El mítico comediante alcanzó la fama de la mano del personaje ‘El Chavo del 8’, que con las aventuras en la vecindad donde vivía, se ha convertido en un clásico televisivo traducido a más de 50 idiomas y que hasta el día de hoy se mantiene vivo gracias a las reemisiones de sus episodios.
Nació en la Ciudad de México el 21 de febrero de 1929, antes de dedicarse a la actuación fue boxeador aficionado y se diplomó como ingeniero, aunque jamás llegó a ejercer.
Hoy sería el cumpleaños de un amigo que todos queremos y extrañamos muchisisísimo… Chespirito, te mandamos un abrazotototóte. ? pic.twitter.com/URekzkS04t
— Chavo del Ocho (@ChavodelOcho_Of) February 21, 2020
Posteriormente, su talento y pasión por escribir historias le valió su apodo de Chespirito, una forma diminutiva y españolizada del apellido del célebre dramaturgo inglés William Shakespeare.
Uno de sus primeros éxitos en la pantalla chica llegó en 1970, cuando estrenó su propio programa humorístico en el que encarnó al superhéroe Chapulín Colorado y al huérfano el Chavo del 8.
Estos personajes —junto a los del Doctor Chapatín, Chómpiras, Chaparrón Bonaparte, el Chanfle y Vicente Chambón— han sabido robarse el corazón del público hasta convertirse en algunos de los más queridos de la televisión latinoamericana.
¡Ay ya cállate, cállate, cállate, que me desespeeeeraaas! pic.twitter.com/3icAwURW6W
— Chavo del Ocho (@ChavodelOcho_Of) February 13, 2020
Si bien, el trabajo de Roberto Gómez Bolaños ha gozado de buena aceptación entre el público hispanoparlante por varios años, no ha escapado a la crítica por parte de los círculos intelectuales en México y Latinoamérica que califican sus guiones como un humor de pobre calidad, basado en lo que actualmente se conoce como bullying, normalizando que todo el mundo se burlaba de todos, todos contra uno, resaltando el machismo, clasismo, gerontofobia y gordofobia.
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