El fatídico hecho ocurrió en el poblado El Centenario, cuando Yamilet y su primo habían pedido permiso para ir al río a pescar; sin embargo, al pasar el tiempo solo regresó el niño, a lo que de inmediato sus padres y demás familiares comenzaron a buscar a la niña, además de dar parte a las autoridades sobre la desaparición.

Siendo a la mañana siguiente cuando la policía localizó el cuerpo sin vida dentro de una casa abandonada, entre hojas y ramas, y con signos de golpes.

Una vez que la Fiscalía General del Estado de Durango fue notificada del hallazgo, comenzaron las indagatorias para realizar estudios de campo, de laboratorio, toxicológicos y también de ADN, pudiendo determinar que el culpable y único implicado en el homicidio era el menor de 12 años, quien no puede ser juzgado debido a su edad.