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José Francisco se juntó con quien no debía y terminó asesinado

Sus más cercanos lo llamaban “El Manchas”. Durante algún tiempo formó parte de una banda de ladrones que vivía y se reunía en el número 36 de la calle Pensador Mexicano

José Francisco de Jesús Oropeza era el nombre de uno de los cuerpos encontrados en la zona de Tlatelolco.

En sus redes sociales, este joven presumía fotografías usando cadenas y relojes. Presumía que formaba parte de la Unión. Decía que sería millonario y que tendría joyas, mujeres y autos.

El pasado viernes 15 de junio fue “levantado” por quienes eran sus cómplices. Lo torturaron, lo desollaron y luego arrojaron sus restos en la zona de Tlatelolco.

La identificación de su cuerpo se logró gracias al tatuaje a una tinta que se hizo en el antebrazo brazo y que significaba “real hasta la muerte”. Se trata de aquella máscara de gas con dos rifles a los lados, logotipo que tomó de un reguetonero puertorriqueño.

Sus más cercanos lo llamaban “El Manchas”. Durante algún tiempo formó parte de una banda de ladrones que vivía y se reunía en el número 36 de la calle Pensador Mexicano.

Sin embargo, hace un año su banda fue “reclutada” por los miembros del grupo delictivo de La Unión de “El Betito”.

Tenían la orden de proteger a los distribuidores y ayudarles a repartir drogas en la zona de la colonia Guerrero y en Garibaldi. Por ello aseguraba que era protegido de los grandes líderes de La Unión.

Sin embargo, hace unos meses comenzó a juntarse con los miembros de la llamada Fuerza Anti-Unión y esto fue descubierto por quienes eran sus cómplices. El viernes fue “levantado” en la zona Centro de la ciudad. Desde entonces no se supo más de él.

 

 

Con información de Carlos Jiménez

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