El traficante recibió unos 220 mil yuanes (unos 628 mil pesos mexicanos) por el riñón, y le entregó al joven el diez por ciento
Un adolescente en China que vendió uno de sus riñones y utilizó el dinero para comprarse un iPhone y una iPad, vive postrado en una cama desde hace siete años.
Fue en el año 2012, cuando el joven identificado como Wang de entonces 17 años, acudió a una red de traficantes de órganos en una clínica clandestina, con la intensión de vender uno de sus riñones y obtener a cambio 22 mil yuanes (casi 63 mil pesos mexicanos).
Fue su madre quien descubrió lo que su hijo había hecho y denunció el delito a la policía, quien logró detener al líder de la banda dedicada al tráfico de órganos.
El líder de la banda, identificado como He Wei, se encontraba en dificultades por deudas de juego, por lo que confesó que buscaba obtener ganancias a través de la venta ilegal de riñones.
Wei divulgó en internet la “oferta” y rentó una sala de operaciones y un doctor del departamento de urología de un hospital local.
El traficante recibió unos 220 mil yuanes (unos 628 mil pesos mexicanos) por el riñón, y le entregó al joven el diez por ciento, dividiendo el resto de las ganancias entre los otros integrantes de la banda.
Siete años después de la operación, el joven de 24 años sufre de insuficiencia renal y su salud se deterioró hasta el punto de mantenerlo postrado en la cama, debido a una severa infección que adquirió en la clínica clandestina.
La familia del joven, que es de escasos recursos, tiene dificultades para poder costearle los gastos de las diálisis a las que se somete periódicamente.
https://youtu.be/aF7meJeXJY4
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