
Una jueza federal revocó la suspensión de fondos impuesta por Trump a Harvard, al considerar que la medida violaba la Primera Enmienda y la libertad académica
La jueza federal Allison Burroughs de Boston anuló la congelación de fondos federales que el gobierno del expresidente Donald Trump había impuesto a la Universidad Harvard, medida que señalaba a la institución por supuesta parcialidad y antisemitismo. “El tribunal revoca y anula” las decisiones de la administración, argumentando que constituían una “violación de la Primera Enmienda” de la Constitución estadounidense, según declaraciones de la magistrada.
Trump, desde su regreso a la Casa Blanca en enero, había criticado a Harvard por promover lo que denomina ideología “woke” y por no proteger adecuadamente a estudiantes judíos o israelíes durante protestas en el campus sobre la situación en la Franja de Gaza. En represalia, la administración retiró más de 2 mil 600 millones de dólares en subvenciones federales, incluidas las destinadas al sector salud, y revocó la certificación que permite a estudiantes internacionales cursar estudios en Estados Unidos.
La decisión judicial responde a una demanda presentada por Harvard. La jueza Burroughs reconoció que la universidad enfrentó incidentes de antisemitismo en años recientes y que podría haber gestionado mejor la situación. Sin embargo, aclaró que “en realidad existe poca conexión entre la investigación afectada por la cancelación de las subvenciones y el antisemitismo”.
Este fallo puede servir de referencia para otras universidades que fueron blanco de acciones similares por parte del gobierno, como Columbia en Nueva York. Durante la primera audiencia en julio, Trump calificó a la jueza de opositora y a Harvard de “antisemita, anticristiana y antiestadounidense”, mientras la universidad aseguró haber tomado medidas para proteger a sus estudiantes y personal judío o israelí, argumentando que las acciones federales “amenazaron” la libertad académica y de expresión.
Además, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció la apertura de investigaciones sobre el cumplimiento de regulaciones en intercambios con universidades extranjeras. La jueza Burroughs, designada por Barack Obama, señaló que los antecedentes sugerían que Trump “utilizó el antisemitismo como cortina de humo para un ataque selectivo e ideológico contra las principales universidades del país”.
Aunque esta decisión permite a Harvard recuperar sus fondos, todavía está sujeta a apelación, lo que mantiene la atención mediática sobre las políticas federales que afectan la autonomía universitaria y la protección de la libertad de investigación y expresión en Estados Unidos