
Al-Waleed bin Khalid, llamado el Príncipe Durmiente, falleció a los 36 años tras permanecer en coma por dos décadas luego de un accidente en Londres
Al-Waleed bin Khalid Al Saud, conocido en el mundo como el “Príncipe Durmiente” de Arabia Saudita, murió a los 36 años tras permanecer en coma durante dos décadas, luego de sufrir un accidente automovilístico en 2005 mientras estudiaba en una academia militar en Londres. La noticia de su fallecimiento fue confirmada este 19 de julio por su padre, el príncipe Khalid bin Talal, a través de un mensaje en la red social X, antes Twitter.
“Con corazones creyendo en la voluntad y el decreto de Alá, y con profundo dolor y tristeza, lloramos a nuestro amado hijo…”, compartió el príncipe Khalid en su publicación, que recibió cientos de mensajes de apoyo de personas que durante años siguieron la historia de Al-Waleed.
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Nacido el 18 de abril de 1989, Al-Waleed era bisnieto del rey Abdulaziz, fundador del reino saudí, e hijo del príncipe Khalid bin Talal, además de sobrino de Al-Waleed bin Talal, destacado empresario del mundo árabe. Desde joven mostró interés por la carrera militar, motivo por el que viajó a Reino Unido para continuar con su formación antes de que un trágico choque vehicular marcara un antes y un después en su vida.
El accidente le provocó hemorragias cerebrales e internas que lo dejaron en estado de coma permanente, siendo trasladado a la Ciudad Médica Rey Abdulaziz, en Riad, donde recibió cuidados intensivos durante 20 años. Su caso generó debate dentro y fuera de Arabia Saudita por la decisión de su padre de mantenerlo con soporte vital pese a los pronósticos médicos. “No perderé la fe en el poder de Alá”, reiteró en distintas ocasiones el príncipe Khalid, convencido de que su hijo merecía la oportunidad de recuperarse.
Durante este tiempo, se registraron algunos movimientos mínimos del Príncipe Durmiente, interpretados por su familia como señales de esperanza. A pesar de los avances limitados, la familia mantuvo la fe y la atención médica constante hasta este mes de julio, cuando finalmente se informó sobre su fallecimiento, poniendo fin a una historia que conmovió a miles de personas en Arabia Saudita y en distintas partes del mundo.
Su vida y su caso se convirtieron en un símbolo de debate sobre el papel de la medicina, la fe y los límites de la atención prolongada, al tiempo que reflejaron el amor de su familia por mantener viva la esperanza a pesar de las circunstancias. Hasta el momento, la familia real saudí no ha dado detalles sobre los servicios funerarios ni sobre los siguientes pasos tras la muerte de Al-Waleed bin Khalid Al Saud.