La tortuga caguama es una especie en peligro de extinción, así lo estipula la legislación nacional e internacional, al igual que otras tortugas marinas.
Erika Celene Venalonzo Camacho, regidora del municipio de Comondú, Baja California Sur, presumió el pasado fin de semana en una aplicación de mensajería su comida del día: una tortuga caguama en su caparazón.
A comer!!! (con una carita de emoji feliz).
Se leía en la fotografía del ejemplar en peligro de extinción cocinado con verduras.
Las críticas llegaron de inmediato; como defensa, la política de Morena explicó que la fotografía era de hace 50 años. Sin embargo, la imagen digital lucía con alta calidad. Tras la inconformidad, los usuarios la llamaron #LadyCaguama
De acuerdo con el artículo 420 del Código Penal Federal, se impondrá pena de uno a nueve años de prisión y multa que va de los 300 a los tres mil días de la multa a quien ilícitamente recolecte o almacene productos y subproductos de tortugas marinas.
Así como capture, transforme, acopie o transporte ejemplares de especies acuáticas declaradas en veda.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), en el lapso comprendido entre 2017 a 2019 murieron 789 ejemplares.
El gobierno mexicano corre el riesgo de repetir la situación que se ha dado con la vaquita marina en Alto Golfo de California, tomando acciones contrarreloj por la presión internacional y que, a pesar de una fuerte inyección de recursos, no han logrado asegurar la preservación de la especie.
Señaló el director de la oficina regional Noroeste del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Mario Sánchez.
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