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¿Libertina, visionaria o rebelde? Conoce tres rostros poco conocidos de Josefa Ortíz de Domínguez

Algunos autores apuntan que el actuar de Josefa Ortíz de Domínguez para advertir a los conspiradores se trató en realidad de un arrebato de amor

Todos hemos conocemos la historia de la corregidora de Querétaro, Josefa Ortíz de Domínguez, quien encerrada por su marido en el estudio, logró dar aviso a Ignacio Allende y Miguel Hidalgo de que la conspiración que buscaba la independencia de la Nueva España había sido descubierta.

Pero ese rostro clásico que nos muestra a una mujer entrada en años con el cabello recogido en moño y vistiendo su clásico un chal podría no ser del todo cierta, pues algunos autores apuntan que el interés que la Corregidora mostró para que no fuera descubierta la conspiración se trató en realidad de un arrebato de amor.

¿Libertina?

María Josefa Crescencia Ortiz Téllez- Girón, nombre completo de una de las figuras más representativas del movimiento independentista mexicano, falleció un 2 de marzo de 1829 en la Ciudad de México, a los 61 años de edad tras haber sido acusada de traición y estar recluida hasta 1817 en el convento de Santa Catalina de Sena.

Huérfana a muy temprana edad, Josefa quedó a cargo de su hermana mayor, quien la apoyó para entrar al colegio de Vizcaínas en la ciudad de México, lugar donde conoció Miguel Domínguez, y se hizo su amante desde muy joven.

Miguel, de entonces 36 años, era un hombre viudo con ya dos hijas casi adolescentes, mientras que Josefa era todavía una colegiala de 18 años, producto es concebida y nace fuera del matrimonio la pequeña María Ignacia.

Tras el escándalo que este hecho suscita, Miguel y Josefa contraen nupcias en secreto, a las ocho de la noche del 24 de enero de 1793 en un domicilio particular -cosa muy extraña para la época-, un día antes de que María Ignacia cumpla un año de edad, ¿la causa? Josefa embarazada de 8 meses de su segundo hijo.

Visionaria

Al ser criolla, Josefa no pudo cerrar los ojos ante un entorno invadido por la injusticia social, por lo que tomó una preocupación activa por causas como los derechos y las condiciones de vida de la población marginada, en ese entonces criollos e indígenas.

Fue así que, tras la invasión napoleónica a España, ella fue la primera en unirse a los grupos con ideas separatistas que comenzaban a gestarse en Querétaro, bajo el disfraz de “tertulias literarias”, y en donde asistían personajes como Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Mariano Abasolo y Juan Aldama.

Lo curioso de estas reuniones, es que ella era la que estaba enterada de todos los planes que se gestaban al interior de las reuniones, y no su esposo Miguel, ante quien se hablaba poco y bajo de estos asuntos.

Esto fue lo que provocó que cuando fue descubierta la conspiración, se realizó una investigación en su casa sorprendiendo a Miguel quien enfadado, encerró a su esposa en la recámara para evitar que fuera aprehendida.

No obstante, ella se las ingenió para dar aviso a Ignacio Allende, debido a la cercanía con el poblado de San Miguel el Grande, sobre el descubrimiento de la conspiración.

Rebelde

Tras ser descubiertos, la noche del 15 de septiembre de 1810, el alcalde Juan Ochoa, acompañado de cien soldados, aprehende al corregidor Miguel Domínguez Trujillo y a su esposa, doña Josefa Ortíz de Domínguez, junto con otras 15 personas más, acusados de conspiración contra el gobierno español.

De acuerdo con la tradición oral, se dice que al ver a los soldados Josefa en lugar de atemorizarse expresó: “¿Tantos hombres armados para aprehender a una pobre mujer?”.

Recluido en el convento de la Cruz, el corregidor fue liberado nueve días después de su detención y restituido plenamente en su cargo por el alcalde del crimen, don Juan Collado, y por el comisionado por el virrey Francisco Javier Vanegas.

Por esta acción, hay quien asegura que don Miguel delató a los conspiradores y se convirtió en un traidor a la causa, no obstante, comprometida en mayor grado que su esposo con la causa insurgente, tanto por sus expresiones libertarias como por su silencio protector de todo detalle que conocía, doña Josefa permanecerá detenida en el Convento de Santa Clara hasta el 22 de octubre, en que es liberada con cuatro meses de embarazo.

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