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Reforma educativa. NO. Transformación educativa… ¿Cuál es la diferencia?

“La educación no debe de tener reformas, debe de ser un mejoramiento continuo”

                                                                       Esteban Moctezuma

Fuimos testigos la semana pasada durante el encuentro entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador de que una de las mayores diferencias que existen entre el gobierno que culmina y el que llegará el primero de diciembre, es el nuevo modelo educativo.

Se habla mucho de “La Cuarta Transformación de México” y uno de los grandes cambios que promete es el de la polémica Reforma Educativa, o bien “Transformación Educativa” como ellos le llaman, pero, ¿cuál es la diferencia?.

El nuevo gobierno asegura que la Transformación Educativa estará basada en la creación de un consejo consultivo, la capacitación laboral de los jóvenes, el desarrollo de competencias, la modificación a la ley del servicio profesional docente y el dialogo con los maestros, a palabras expresas del próximo secretario de educación, Esteban Moctezuma “Evaluaremos a los maestros, no condicionaremos sus plazas”.

Moctezuma asegura que la transformación educativa será posible sí y solo sí, ponemos el foco en las niñas y los niños, exigiendo a los sindicatos trabajar bajo la misma ruta, algo similar a lo expresado por el banco mundial, quien analiza que lo más relevante que puede haber en un país es que la educación esté centralizada en el aprendizaje de las nuevas generaciones, pero, ¿no plantea esto también la hoy Reforma Educativa?

“Aprender a aprender” ¿Te suena familiar amable lector? Según asegura la Comisión para la Educación de la Unión Europea, estas tres palabras definen la competencia básica para el aprendizaje permanente, mismo modelo que adoptó el actual gobierno para la elaboración de La Nueva Reforma Educativa.

Uno de los principales componentes de esta Reforma, fue la elaboración de un Nuevo Modelo Educativo diseñado bajo la premisa mencionada anteriormente, “aprender a aprender” la cual consiste, en pocas palabras, en dejar a un lado la memorización de datos y comenzar a desarrollar habilidades dependiendo el nivel de conocimientos de cada alumno.

De esta manera, los nuevos programas se organizan en tres componentes: formación académica, desarrollo de habilidades socioemocionales para el fortalecimiento de la autoestima y la confianza en sí mismos, y por último, la implementación de materias de autonomía curricular según los intereses y necesidades de cada comunidad.
Bajo este nuevo modelo se tiene la expectativa de que al término de preescolar, los alumnos hayan tenido contacto con al menos 120 libros de diferente índole para que los niños y las niñas desarrollen desde temprana edad el hábito de la lectura. La capacitación de los maestros también permea a la “reforma educativa”, más de un millón 19 mil profesores, fueron capacitados para su aplicación en educación básica durante el ciclo escolar 2018-2019.

“NO a la Reforma educativa, SÍ a la Transformación educativa”, ¿cuál es la diferencia? Mientras ello se define, esta semana se iniciaron las consultas, tal y como con el nuevo aeropuerto, en octubre se procesará la información recabada y en diciembre será tomada una decisión.

En concreto, cancelar la reforma significaría modificar la Constitución, para ser más precisos, el artículo tercero de nuestra Carta Magna. Pero para el nuevo gobierno negociar será fácil ante la amplia mayoría que ejercen en ambas cámaras, ¡JONRÓN!

El futuro de la educación en México está en juego. ¿Cuál será la jugada maestra de la adyacente administración ante la asunción del poder? Lo sabremos, sí, hasta el próximo primero de diciembre.

 

Claudia Mollinedo
Analista político y conductora de noticias

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@mollinedoficial

 

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