
El agresor exigía 600 mil pesos y terminó abatido tras disparar a un policía; el rehén, un entrenador de CrossFit, relató cómo ocurrieron los hechos.
César, entrenador de CrossFit y rehén en el ataque ocurrido el pasado 1 de julio en un gimnasio ubicado dentro de la Parroquia San José Mártir, en la alcaldía Gustavo A. Madero (GAM), dio su testimonio sobre el violento episodio en el que estuvo a punto de perder la vida.
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En entrevista para Imagen Noticias, César explicó que el agresor, identificado como José Luis “N”, no era empleado del gimnasio, sino que se le había permitido usar el espacio para impartir clases de danza aérea. Aunque en un inicio se le dio esa facilidad, su comportamiento violento generó preocupación entre los encargados del lugar.
El entrenador recordó que, tras informarle que ya no podría seguir utilizando el sitio, José Luis reaccionó de manera agresiva. Incluso, compartió que previamente hubo altercados, algunos registrados en video, en los que el agresor exigía llaves del gimnasio y amenazaba con “volar el candado” si no se le permitía el acceso. Dichos conflictos llegaron a ser publicados por el propio José Luis en redes sociales hace aproximadamente un año.
El pasado martes, el hombre regresó armado al gimnasio. Con una pistola, amagó a César y exigió 600 mil pesos como “indemnización” para liberarlo. La situación escaló cuando José Luis disparó contra un agente que intentaba negociar con él. En respuesta, otros elementos de la policía intervinieron y lo abatieron en el lugar.
Policía lesionado, fuera de peligro
El oficial que intentaba mediar en la negociación recibió dos impactos de bala: uno en el cuello y otro en la muñeca izquierda. Fue trasladado de inmediato al hospital, donde fue atendido por heridas superficiales y dado de alta horas más tarde.
En tanto, el cuerpo de José Luis “N”, quien murió tras recibir un disparo en la cabeza, fue entregado a sus familiares. La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México continúa con el análisis de las armas utilizadas, para determinar si están relacionadas con otros delitos.
La intervención policial evitó una tragedia mayor, y aunque el hecho dejó una profunda impresión en la comunidad, tanto el rehén como el agente herido se encuentran a salvo. Las autoridades mantienen abierta la investigación.
Con información de Excelsior