La batalla de Renata se complicó por la pandemia; familiares solicitan ayuda para conseguir el dinero necesario para su próximo tratamiento contra el cáncer
Renata tiene ocho años, padece neuroblastoma; es un tipo de cáncer que le detectaron por un tumor en el estómago desde hace seis años.
La pequeña ha crecido entre hospitales, médicos, quirófanos y medicamentos. Les dijeron que tenía metástasis porque el mal se propagó en la cabeza, detrás de los ojos, piernas y mandíbula; tenía un 20 por ciento de posibilidades de vivir.
Por momentos Renata perdía la noción de la realidad y del tiempo, también de la ubicación. En 2016 se fueron los ahorros, llegaron las deudas por préstamos y vendieron todo lo que pudieron para un primer tratamiento de inmunoterapia.
Pero cambiar la información celular es muy doloroso y cada ciclo que ella tenía cuando se lo ponían estuvimos a punto de tirar la toalla de verla cómo se retorcía del dolor cuando le ponían la inmunoterapia, le metían mucha morfina para que aguantara”, detalla Francisco Méndez, papá de Renata.
La batalla de la pequeña Renata se ha complicado por la pandemia. El fantasma del cáncer apareció nuevamente el pasado mes de mayo, familiares y amigos solicitan ayuda para conseguir el dinero necesario para su próximo tratamiento#AbreLosOjos @FranciscoZea por @ImagenTVMex pic.twitter.com/cPY1dFxL2t
— imagenzea (@imagenZea) July 22, 2020
Luego de esta primera pesadilla, pudo retomar su vida, regresar a la escuela, pero no por mucho tiempo.
En mayo pasado, el fantasma apareció nuevamente con dolores de cabeza, y el periodo de pandemia agravó la situación porque no era pertinente entrar a los hospitales.
Existe una esperanza de erradicar el tumor de la cabeza de Renata, nada más que el costo es casi inalcanzable y utópico a simple vista, siendo que la inmunidad de consolidación se practica solamente en el extranjero.
Nos contestaron que sí, que sí hay una posibilidad, pero tiene un costo de 400 mil euros, 397 mil euros, que al tipo de cambio son 10 millones de pesos para que la puedan tratar allá y darle otra inmunoterapia más fuerte”, dijo el papá de Renata.
Familiares y amigos de Francisco y su esposa hacen rifas, vendimias, solicitan donativos, contratan créditos, y sobre todo mantienen la fe.
El padre de familia trabaja en sistemas informáticos con los pensamientos divididos entre la enfermedad de su hija y el mantener a la familia; Renata tiene una hermana menor.
Dejas de creer en muchas cosas, ya no sabes ni a quién pedirle, no sabes ni a quién rezarle”, señala el papá de Renata.
Las terapias que ahorita recibe Renata son únicamente paliativos para ganar tiempo en lo que se junta el dinero para su próximo tratamiento.
La realidad es que vives con miedo todos los días, a pesar de que regresamos y pensamos en que ya está bien y hay que tener fe y no le va a regresar, va a llegar a adulta, va a ser feliz y todo lo que esperas para un hijo, todos los días cualquier síntoma te preocupa.”
La pequeña Renata a sus ocho años ha superado siete operaciones, 30 quimioterapias, 20 radioterapias, un trasplante de médula y medicamentos en casa.
Si desean apoyar a Renata, puede ingresar al sitio http://donadora.org/juntos-renata o al comunicarse al correo pacomendez@gmail.com.
Con información de Atalo Mata Othón
IPR
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